é澱, la visita del Nuncio a Apatzingán: un signo de paz en medio de violencia
Ciudad del Vaticano
“Nos uniremos como Iglesia pidiendo al príncipe de la paz, Jesucristo Nuestro Señor, la seguridad de sus ciudadanos, la primacía del bien social frente al interés particular, y la convivencia social, pacífica y en armonía”. Así lo expresa un mensaje de la presidencia de la Conferencia del episcopado mexicano (CEM) a propósito de la visita, que realiza, este viernes 23 de abril, monseñor Franco Coppola, Nuncio apostólico en México a la Diócesis de Apatzingán, en el estado de Michoacán.
El comunicado a firma de monseñor Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey y presidente de la CEM invita a las comunidades católicas del país a unirse en una ferviente oración por las comunidades golpeadas por la violencia y la inseguridad, especialmente en la Diócesis de Apatzingán, donde monseñor Coppola, celebrará, a las 12 horas, una misa en la iglesia parroquial de Aguililla.
La paz: un regalo de Dios
“La Paz es un regalo del Señor Resucitado a sus discípulos, pero también es una aspiración humana que se debe construir todos los días”, afirma el presidente del episcopado que ve con esperanza y alegría la visita del Nuncio apostólico a una realidad de violencia y sufrimiento, donde bandas de narcotraficantes, fuerzas de seguridad y autoridades conniventes, grupos irregulares paramilitares tienen en jaque a una comunidad que apenas pasa los 100 mil habitantes que viven en la zozobra y el dolor como en tantas otras ciudades del país.
“Nos duelen las familias desplazadas, las personas heridas y fallecidas, producto de esta barbarie que anida en éstas y en otras muchas comunidades de nuestra geografía nacional, pero nuestra fe nos invita siempre a buscar la paz, como obra y fruto de la justicia y del amor, por este motivo nuestra oración clama al cielo, pues «esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye»", escribe mons. Cabrera.
El mensaje del episcopado manifiesta su deseo de que “la cálida y valiente” visita del Nuncio Coppola a esas tierra obtenga frutos abundantes de paz y bienestar y que comprometa a los mexicanos a seguir construyendo una paz firme y duradera en su país.
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