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Isabella Piro – Ciudad del Vaticano

"Vidas entrelazadas": este es el tema elegido por Missio Giovani para la 29ª Jornada de Oración y Ayuno en memoria de los misioneros mártires que se celebra, como cada año, el 24 de marzo. La fecha elegida tiene un valor especial: ese día es la memoria litúrgica de San Óscar Arnulfo Romero, arzobispo metropolitano de San Salvador, que el 24 de marzo de 1980 fue asesinado mientras celebraba la misa. El tema de la Jornada es “Vidas entrelazadas”: el misionero entrelaza su propia vida con Cristo y, a partir de ahí, se dispone a tejer nuevas fraternidades con los pueblos y las personas que encuentra en su ministerio al servicio del anuncio del Evangelio, una opción en nombre de Cristo que puede llevar al don de sí mismo en la cruz.

Para la ocasión, el próximo miércoles, a las 19.00 horas, tendrá lugar un webinar titulado "Vidas entrelazadas en Etiopía" en el que se trazará el difícil panorama de la misión en el país africano, marcado por los conflictos, la pobreza y, en el último año, también por el Covid-19. Etiopía también está vinculada al tradicional proyecto de solidaridad promovido junto con la Jornada: la creación de un laboratorio de informática para los jóvenes de la Prefectura Apostólica de Robe y la activación de cursos de tecnología para facilitar su acceso a los cursos universitarios y al mundo laboral.

La de los mártires misioneros es una página amarga en la vida de la Iglesia: en el año 2020, según la información recogida por la Agencia Fides, han sido asesinados en el mundo un total de 20 misioneros: de ellos 8 era sacerdotes, 1 religioso, 3 religiosas, 2 seminaristas y 6 laicos. Según la distribución continental, este año el mayor número vuelve a producirse en América, donde han sido asesinados 8 misioneros. Además, en los últimos 20 años, del 2000 al 2020, fueron asesinados en el mundo 535 agentes de pastoral, entre ellos 5 obispos.

"El sacrificio de los mártires -explica Giovanni Rocca, secretario nacional de Missio Giovani- es el signo tangible de que la propagación de la fe no es una cruzada, sino un abrazo a las culturas, a los pueblos y a las religiones, la disponibilidad total a la escucha y al intercambio mutuo, la ayuda a los necesitados. Pero cuando en estas dinámicas "el odio se impone, he aquí que el mártir hace su aparición en la historia". El martirio in odium fidei, en efecto, es "la consecuencia extrema de una fe verdadera, humana y tangible".

Rocca subraya, además, que la vida de los mártires misioneros no está marcada por "empresas heroicas", sino por "gestos llenos de esperanza vividos en la vida cotidiana". Todo esto habla, al hombre de hoy, de "una fidelidad siempre correspondida a Dios, para un amor capaz de superar las tinieblas y de atravesar la muerte". El legado de los mártires misioneros, concluye el secretario nacional de Missio Giovani, es "la invitación a redescubrir la belleza que habita en este mundo". Cada criatura, de hecho, es un inmenso templo de Dios en la Tierra, capaz de acoger, escuchar y sanar las heridas. Entrar significa captar su riqueza y convertirse en sus custodios".

Cabe recordar que Missio Giovani es el sector juvenil de la Fundación Missio, fundada en 2005 como "organismo pastoral constituido por la Conferencia Episcopal Italiana para apoyar y promover la dimensión misionera de la comunidad eclesial italiana, con especial atención a la missio ad gentes y a las iniciativas de animación, formación y cooperación entre las Iglesias".