Querida Amazonia. Mauricio López: lógica del desborde abre procesos nuevos
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“Estamos seguros que a un año de la Exhortación ‘Querida Amazonia’, hay signos de esperanza y de mucha vida que son así de urgentes y necesarios ante los tantos signos de muerte de hoy”, lo afirma Mauricio López Oropeza, Secretario Interino del Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral de la Conferencia Eclesial de la Amazonia (CEAMA), en el marco de celebración del Primer Aniversario de la publicación de la .
El impacto de la pandemia en el territorio amazónico
A un año de la publicación de ‘Querida Amazonia’, documento que recoge las propuestas y conclusiones de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica, que se desarrolló del 6 al 27 de octubre de 2019, bajo el título: “Amazonía: Nuevos Caminos para la Iglesia y para una Ecología Integral”, Mauricio López señala que, el territorio amazónico ha sufrido fuertemente los impactos de una pandemia sin precedentes. “Al día de hoy, en el mes de febrero – afirma el Secretario Interino del Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral de la CEAMA – estamos llegando casi a dos millones de contagiados, en un territorio con alrededor de 30 millones de habitantes y 50.000 muertos, donde los pueblos originarios y comunidades vulnerables, han sido también fuertemente afectados”.
Se inician a ver cambios estructurales
En medio de este dolor producido por la pandemia, Mauricio López precisa que el Espíritu prevalece ante todo. “En este sentido se han dado pasos significativos para que los sueños del Papa Francisco, sueño social, sueño cultural, sueño ecológico y sueño eclesial, puedan poco a poco irse sobreponiendo a las tremendas pesadillas que estamos viviendo de pecado estructural ya existente, de violencia contra este territorio y sus pueblos que siguen – y a pesar de la pandemia – de destrucción de nuestra Casa común y también de la pandemia”. En este sentido, vemos cambios estructurales que se han producido después del Sínodo y con la Exhortación Apostólica Postsinodal.
Asamblea Eclesial Latinoamericana en clave periferia-centro
Uno de estos primeros cambios estructurales, señala Mauricio López, es la confirmación de que la periferia es el centro. “Las voces del territorio incorporadas en el discernimiento del Sínodo que movilizaron los corazones de los participantes de la Asamblea – incluidos pueblos originarios, mujeres y grupos diversos que representan también la acción de la Iglesia en el territorio y personas de buena voluntad, precisa Mauricio López – ahora han dado paso en clave de periferia-centro a inspirarse en la inédita Primera Asamblea Eclesial de la Iglesia Latinoamericana, a los 14 años de Aparecida, en una perspectiva igualmente sostenida e inspirada en la mirada de la periferia que ilumina al centro”.
Participación y escucha directa de los pueblos amazónicos
El segundo elemento que nos habla de los cambios estructurales que se han dado después de la publicación de ‘Querida Amazonia’, según Mauricio López, es el camino de participación de los miembros del territorio y la escucha directa de los pueblos amazónicos. “En ese sentido se ha incorporado un elemento inédito que hoy es parte del modo sinodal de la Iglesia y es el camino de participación de los miembros del territorio, la escucha directa. Por ello – asegura López – estamos seguros que se ha inaugurado un modo irreversible de participación que ahora está marcando también muchos de los caminos que se están impulsando en el territorio a partir del trabajo de la CEAMA, la nueva Conferencia Eclesial de la Amazonía, la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y todas las otras instancias que están tratando de responder concretamente a los signos de la realidad”.
La CEAMA ha sido una respuesta por desborde
Un último elemento que señala Mauricio López es la dinámica del desborde que el Papa de alguna manera exigía, pedía y nos llamaba durante el Sínodo. Frente a los pecados estructurales, frente a los signos de muerte, no se puede responder con parches o con respuestas parciales, sino a la manera del Espíritu, es decir, por desborde. La CEAMA, ha sido una respuesta por desborde, es una institucionalidad nueva, emergente, inédita, que lleva consigo esta fuerza de ser una identidad con todo el peso dentro de la Iglesia, que le permitirá hacer una interlocución sólida con todas las instancias, pero, por otro lado es una instancia inédita al ser eclesial que abre una nueva etapa para los múltiples procesos que luego se podrá andar en otras territorialidades de nuestra Iglesia y es una que está sostenida en la Amazonía participando formalmente vida consagrada y religiosos, religiosas, las caritas, los laicos y laicas, los pueblos originarios junto con Obispos y Cardenales.
La lógica del desborde ha abierto nuevos procesos
La CEAMA ya está emprendiendo procesos concretos para articularse a la luz de las nuevas ministerialidades, reflexionando en comisiones especiales sobre el tema del rito amazónico, el ministerio del cuidado de la casa común, la creación de una Universidad Católica de la Amazonia, los temas de educación intercultural bilingüe y todo lo que tiene que ver también con los ministerios, las distintas expresiones de ministerialidad como ministerios laicales, el papel de la mujer, el diaconado, etc. Es decir, la lógica del desborde a pesar de la pandemia ha permitido que se siga avanzando en esto procesos con la CEAMA muy de la mano de la REPAM, que sigue con su identidad articuladora de respuesta directa a las realidades más urgentes encarnada en el territorio.
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