笔别谤ú-Brasil: sin solución la crisis de migrantes detenidos en la frontera
Manuel Cubías y Renato Martínez - Ciudad del Vaticano
“Por el momento, la situación aquí (frontera Perú – Brasil) es esta, es decir, con una media solución. Algunas personas que pueden volver a sus lugares de donde vinieron y son ayudadas (Brasil); pero el resto está todavía por aquí sin saber que hacer”, lo afirma el Padre Francisco Almenar, S.J., miembro del Equipo Misionero Itinerante que se encuentra trabajando en la llamada “Triple frontera” entre Bolivia, Perú y Brasil, especialmente entre Perú y Brasil, donde este 16 de febrero, más de 400 migrantes, en su mayoría haitianos que radicaban en Brasil (aunque también otros de diferentes nacionalidades, especialmente africanos), trataron de ingresar al Perú, a través del “Puente de Integración”, ubicado en la ciudad de Iñapari, Región Madre de Dios, con el fin de migrar a otros países del Continente.
Por el momento no hay una solución viable
La situación actual, describe el sacerdote jesuita, no ha cambiado mucho, “por ahora parece que no hay una solución viable, el Perú continua cerrado y por lo que se ve – precisa – creo que va a continuar así, no quieren ni saber del problema, como si no fuese de ellos, están con la policía en medio del puente y no dejan pasar a nadie, pero esto no es la solución”. La mayoría de las familias todavía están aquí sin saber qué hacer – describe el Padre Francisco - muchos de ellos salieron de otros lugares como San Pablo, Mato Grosso, Cuiabá y en muchos casos pidieron dinero prestado de sus amigos y no van a volver con las manos vacías y sin empleo y muchos vendieron sus cosas para venir acá, no pueden regresar fracasados, ellos quieren continuar para adelante.
Existen soluciones hace falta voluntad política
El misionero jesuita menciona que los migrantes que se encuentran en esta región amazónica han planteado algunas salidas a la crisis que se ha generado. “Ellos realmente dan soluciones que serían viables y tranquilas. Por ejemplo, dicen si la frontera está cerrada por la pandemia, por el Covid, entonces, que nos hagan la prueba del Covid y quien esté contaminado se quede aquí 40 días, en cuarentena, el tiempo que sea necesario, pero después que nos dejen pasar, solo queremos pasar para llegar al Ecuador, ellos quieren ir o para Haití, o para otros países, solo están de paso”. Incluso, si son muchos 300 personas, porque no hacen grupos de 5 o de 10 y poco a poco nos van dejando pasar. Si el Gobierno no quiere gastar dinero, nosotros pagamos nuestro autobús, podemos coger autobuses que vayan directamente a la frontera con Ecuador y nosotros pagamos el billete. “Veo que hay solución – afirma el Padre Francisco – solo falta voluntad política, porque no hay peligro de pandemia, ni nada, el motivo puede ser sanado y acoger a estas personas que van de aquí para allá a buscar una vida mejor”.
Regresar a la situación anterior de miseria
El domingo pasado, explica el sacerdote jesuita, estuvieron aquí representantes de los Derechos Humanos de San Pablo y del Ministerio de la Familia y de la Mujer de Brasilia y parece que se quedaron bastante. Vimos conmovidos a una representante de la Ministra de Derechos Humanos pero hasta ahora no han dado respuesta muy concreta. Lo único es que si alguien quiere volver para el lugar donde estaba antes, San Pablo u otros lugares, pues el gobierno de Brasil creo que les ayuda pagándole el billete de autobús y de una cierta alimentación hasta llegar allá. Algunas familias han hecho eso, pero la mayoría que va a hacer allá sin empleo y sin trabajo, ellos dijeron: mira nosotros como migrantes queremos huir de lo que está atrás, porque es insoportable, no sabemos lo que va a venir delante, pero no puede ser peor, porque allá sin salario, teniendo que pagar el alquiler, en la gran ciudad o en cualquier otro lugar, queremos pasar para dónde podamos encontrar unas condiciones de vida mejor.
La situación actual con una media solución
Por el momento, subraya el Padre Francisco, la situación aquí es esta, con una media solución, es decir, con algunas personas que pueden volver a sus lugares de donde vinieron y son ayudadas; pero el resto pues está todavía por aquí. La Municipalidad, el Alcalde de aquí todavía tiene un dinero desde tiempo atrás, el año pasado que el gobierno federal dio para atender a los inmigrantes y lo que sobra, pues lo va gastando con 11 a 15 mil reales por día, porque para alimentar a tanta gente y gracias a Dios que la mayoría están en las escuelas, pero hay un grupito que está en el puente todavía, sobre todo los hombres, y tampoco quieren salir porque ahí están taponando la llegada de los transportes de combustible y tal, pero no es la solución.
La pandemia agudiza la crisis humanitaria
Otra cosa curiosa que hace notar el Padre Francisco, es que la frontera está cerrada pero a los venezolanos que están en Perú, a ellos sí que les dejan pasar para el Brasil, el Perú solo quiere desentenderse de los problemas y ya está, solo pensar en ellos y hasta los peruanos que están aquí en Brasil, que quieren entrar, creo que tienen cierta dificultad. “Esta es la situación actual, estamos todavía viendo a ver lo que pasa, sufriendo con ellos (los migrantes, ndr) porque están aquí y sin ver una salida concreta, viable, para lo que ellos quieren y desean. Creo que estarán aquí varios meses, puede ser medio año, hasta que la vacuna no disminuya la incidencia del Covid, no va a haber solución. Aquí en Assis (Brasil), es el municipio de Acre que más contaminación hay, está por el doble de la media nacional, de cada 8 personas 1 está contaminada, en Brasil 1 de cada 20 está contaminada, entonces están en peligro y esta es la situación.
La Triple Frontera y el trabajo de los misioneros
El Padre Francisco Almenar, trabaja desde hace 5 años en estas fronteras, y hace 25 años en la Amazonia. Su trabajo se centra en acompañar a las aldeas y comunidades indígenas en los tres países: Bolivia, Perú y Brasil, al igual que el Equipo Itinerante que buscan visitar distintas realidades, la realidad de los indígenas, de los ribereños, y luego de las personas de la ciudad.
El Equipo Itinerante es una propuesta que fue lanzada por el Provincial de los jesuitas en la Amazonía y que poco a poco se fue ampliando. Ahora es un Equipo interinstitucional e intercongregacional, y está formado por dos núcleos: un núcleo en Manaos y este segundo núcleo de la Triple Frontera. Aquí está Juanina, religiosa de las Hermanas Azules; luego está el Padre Fernando que es jesuita; la hermana Claudia salesiana; la hermana de Jenny de Verbum Dei y Óscar González que es un laico, junto a Isaías, otro compañero laico que es de aquí de la zona de Assis.
Otra propuesta del Equipo Itinerante es apoyar las iniciativas de las instituciones locales, las que están antes de nosotros, es decir, hacer redes y hacer alianzas con la defensa de la vida en la Amazonía. Desde aquí, en el núcleo en el que estamos, llevamos unos 5 años tratando de unir y de tender puentes en los tres países, es decir, que se va poco a poco a las diócesis, las parroquias, las pastorales, pensando de manera panamazónica, tratando de sumar, dónde una diócesis o una parroquia, no alcanzo a llegar, porque aquí las extensiones son muy grandes, es decir, tratar de hacer puentes.
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