Ecuador, Obispos: Fuerza DZíپs contribuyan al diálogo y a la concertación
Alina Tufani - Pope
Los obispos de la Conferencia Episcopal de Ecuador (CEE) calificaron como una “expresión de madurez cívica” la masiva participación ciudadana en las elecciones generales celebradas ayer, domingo 7 de febrero, en Ecuador. Más del 70 por ciento de los 13 millones de ecuatorianos convocados a las urnas ejerció su voto en una jornada que, sin embargo, tendrá que definirse el próximo 11 de abril, en una segunda vuelta electoral.
“Anhelamos que todas las fuerzas políticas contribuyan activamente al diálogo y la concertación”, se lee un difundido al final de la jornada electoral donde los ecuatorianos “han manifestado sus sueños y aspiraciones”.
La cerrada contienda puso en primera posición al candidato de la izquierda socialista, Andrés Arauz, del partido Alianza UNES (Unión por la esperanza), seguido en un empate técnico por el centroderechista Guillermo Lasso de Alianza Creo y el candidato indígena ambientalista, Yaku Pérez del MUPP (Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutic). Una vez adjudicado el segundo lugar los ecuatorianos regresarán a las urnas para decidir a su próximo presidente y vicepresidente.
Ante una carrera a la silla presidencial aún abierta, los obispos llaman a las autoridades electorales a respetar la voluntad popular y exhortan a los candidatos, a sus simpatizantes, a la ciudadanía en general, a aceptar los resultados con espíritu democrático.
“Que quienes triunfen tengan la valentía de borrar de su lenguaje y de su corazón todo ápice de venganza o de revanchismo. Que quienes pierdan tengan la decencia de reconocer su derrota y de poner al servicio de la Patria sus ideas y su inteligencia”.
Como pastores reiteran que la Iglesia Católica defenderá “la primacía del ser humano ante toda forma de totalitarismo sea político o económico” y levantará la voz para denunciar - como dice Papa Francisco en su encíclica Fratelli Tutti - “el desprecio de los débiles que puede esconderse en formas populistas, que los utilizan demagógicamente para sus fines, o en formas liberales al servicio de los intereses económicos de los poderosos".
El episcopado recuerda en su mensaje que “es la hora de la paz, de la reconciliación”, del “respeto y de la escucha” y un momento para reafirmar las propias convicciones “libre de violencia y exclusión”.
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