Misa del Nuncio Apostólico en Chile en una cárcel de mujeres
Pope
A tres años de la visita del Papa Francisco a la cárcel de mujeres de San Joaquín, en Santiago de Chile, con motivo de su viaje apostólico al país que realizó del 15 al 18 de enero de 2018, Monseñor Alberto Ortega Martín, Nuncio Apostólico en esta nación, junto al Padre Andrew Gawrych C.S.C., celebró una misa en la capilla del mayor centro penitenciario femenino confiado a las Hermanas de la Congregación del Buen Pastor. En esa comunidad aún resuena el mensaje de esperanza del Pontífice.
Las reclusas del "Patio Mandela", acompañadas por funcionarios y profesionales de la Fundación Women's Arise, participaron en la celebración eucarística respetando las medidas de seguridad sanitaria vigentes, y volvieron a escuchar, en vídeo, las palabras que el Papa les dedicó en su momento.
La dignidad se cuida, se guarda y se acaricia
Por su parte, Monseñor Ortega, en su homilía, retomó los mensajes entregados a las mujeres por el Pontífice, cuya voluntad es priorizar siempre el encuentro con los desposeídos y descartados, reiterando que "la dignidad se cuida, se guarda y se acaricia".
Padre de los pobres y amigo de la justicia
Incluso la hermana Nelly León, capellana de la cárcel, que había recibido al Papa aquel 16 de enero de 2018, saludándolo como "Padre de los pobres y amigo de la justicia", y agradeciendo que viniera a visitar "a las personas más olvidadas del país", en su discurso, calificó la visita del Santo Padre como "un regalo de Dios", y agradeció al Nuncio su cercanía y calidad humana.
Las 43 mujeres del "Patio Mandela" de la cárcel de Joaquín participaron con entusiasmo en la celebración eucarística y finalmente "recibieron con alegría y gratitud" del Nuncio una estampa del Papa Francisco con su oración.
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