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Sebastián Sansón Ferrari 鈥� Montevideo, Uruguay

Con dolor los obispos de Uruguay aceptaron la nueva medida del gobierno que solicitó la cancelación de las ceremonias religiosas con presencia de fieles, al menos, hasta el próximo 10 de enero. Una noticia que llegó apenas cuatro días antes de Navidad y golpeó especialmente a quienes se preparaban para celebrarla en comunidad.

Los nuevos brotes de coronavirus en la nación obligaron a una reunión vía Zoom el lunes 21 de diciembre entre el secretario de Presidencia Álvaro Delgado, el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, y líderes religiosos de distintos cultos, en consulta con el Presidente de la República Luis Lacalle Pou. En el marco del incremento de los casos diarios y en línea con las medidas sanitarias más restrictivas anunciadas en los últimos días, el gobierno pidió a las iglesias que suspendieran las celebraciones litúrgicas para evitar la concentración de personas.

Esta es la segunda vez que la Iglesia Católica en Uruguay se enfrenta a una situación similar, ya que los lugares de culto habían permanecido cerrados a las celebraciones con fieles entre el 14 de marzo y el 19 de junio, periodo que incluyó las fiestas de Semana Santa y Pascua. Esta vez ocurre lo mismo, pero en tiempo de Navidad.

Por medio de un comunicado, la Conferencia Episcopal de Uruguay (CEU) aclaro, eso sí, que 鈥渓os templos permanecerán abiertos y las misas se transmitirán a través de las redes sociales y los medios de comunicación鈥�, e insistió en que 鈥渆n las misas que se han celebrado desde el 19 de junio no hubo ningún caso de contagio鈥�.

En una conferencia de prensa el cardenal Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo, y el secretario general de la CEU, monseñor Milton Tróccoli, profundizaron acerca del sentir de la Iglesia sobre este asunto. 鈥淣os toca nuevamente vivir una fiesta religiosa sin presencia de fieles. Lo hacemos y tratamos de contribuir al bien de todos y a la paz del mundo鈥�, aseguró Sturla, quien también se refirió a la recepción de mensajes de muchos laicos muy tristes por este hecho. Por su parte, Tróccoli exhortó a los creyentes a extremar todos los cuidados y a colaborar para evitar la propagación del virus.