Nuncio Apost¨®lico en ²Ñ¨¦³æ¾±³¦´Ç: "La pandemia nos ense?a que nadie se salva solo"
Ciudad del Vaticano
Tal como informa la página web del Episcopado mexicano, el Nuncio Apostólico en México, Monseñor Franco Coppola, envió a los obispos un mensaje apasionante que los anima a revisar el papel de la Iglesia en la sociedad y en la vida de los fieles también, en medio de esta pandemia. Y todo ello en el marco de la apertura de la 109ª asamblea plenaria.
"La pandemia del Covid-19 ha puesto a prueba la resistencia física, mental y social de la población -el Nuncio comienza enumerando las principales dificultades psicológicas y económicas a las que se enfrenta la población-, pero también hemos sido testigos de otros acontecimientos: sobre todo, la devoción silenciosa, concreta y cotidiana de miles y miles de médicos, enfermeras y asistentes sanitarios que han asumido y siguen asumiendo las responsabilidades de su servicio a la sociedad".
Solidaridad en la pandemia
El prelado dirige un pensamiento a los voluntarios que han desempeñado un papel fundamental en esta pandemia: "Miles y miles de mexicanos se pusieron manos a la obra y, sin dudarlo, actuaron ofreciendo alimentos, servicios esenciales, seguridad pública; en muchos casos por iniciativa propia, en otros, coordinados por sus parroquias y diócesis, compartiendo lo que tenían con los más necesitados".
Asimismo, el Nuncio agradece a las personas consagradas que también han desempeñado un papel muy importante: "Cuántos sacerdotes, compartiendo los riesgos del personal sanitario, han permanecido en primera línea visitando y administrando los sacramentos a los enfermos, asegurando su cercanía fraternal y espiritual a los afectados por el Covid-19 y a sus familias. Cada uno, ofreciéndose a sí mismo, ha dado y sigue dando un luminoso testimonio de fe, de coherencia en su propio discipulado, de escucha dinámica de las enseñanzas y del ejemplo de Jesús que vino a servir y no a ser servido".
Hacia el futuro del mundo y de la Iglesia
En su mensaje, Monseñor Coppola hace hincapié en el impulso de mirar hacia adelante, hacia el futuro del mundo y de la Iglesia: "Necesitamos un cambio. La pandemia ha puesto en crisis nuestros modelos de organización y desarrollo; ha hecho visibles muchas desigualdades, graves silencios, omisiones sociales y sanitarias", señaló el prelado subrayando que "las cosas pueden cambiar".
"La Iglesia anuncia que el Verbo 'se hizo carne y habitó entre nosotros' - escribe el Nuncio- la Iglesia está llamada a convertirse en el lugar donde superamos la soledad que afecta a la vida de tantas personas, así como en un santuario donde los sedientos van a beber para continuar su viaje, y un centro de envío misionero constante".
El cuidado de los más vulnerables
Monseñor Coppola concluye haciendo hincapié en que una de las lecciones que debemos aprender de la experiencia de la pandemia es que 'nadie se salva solo'.
"Por este motivo, el Papa Francisco ha querido ofrecer a la consideración de todos los hombres de buena voluntad,su Carta Encíclica Fratelli tutti: es un texto inspirado que pide a todos, en primer lugar a los que creen en Cristo, ser testigos de esa Verdad que va de la primera a la última página de la Sagrada Escritura, y que pide también el compromiso de conversión necesario para cambiar todo lo que contradice esta realidad", expresa el Nuncio renovando su invitación a comprometernos en el cuidado de los más vulnerables, pequeños y frágiles.
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