Chile, obispo de Aysén: "El derecho al agua debe estar en la nueva Constitución"
Ciudad del Vaticano
"El agua, es el origen de toda la vida. Sin agua no hay vida", son las palabras del Vicario Apostólico de Aysén, Monseñor Luis Infanti de la Mora, durante su intervención en Radio Santa María, el fin de semana y publicadas por la agencia de noticias Fides.
"El agua es un elemento esencial para la vida, no sólo para las personas, sino para todos los seres vivos. También es central en todas las religiones. El agua siempre se habla de un elemento simbólico vital, por lo que en la nueva Constitución debe tener la importancia que le corresponde. Debe asumir el sentido espiritual y humano que tiene este bien", dijo el Vicario.
"Danos hoy el agua de cada día"
En este contexto, resuena la carta pastoral de Monseñor Infanti de la Mora en 2008 titulada "Danos hoy el agua de cada día" y publicada en Fides el 3/10/2014, en la que ya señalaba el problema del agua en Chile: "en algunos lugares abunda, en otros falta, con una gestión que ha hecho mucha discusión a todos los niveles".
"Hoy -destaca el obispo Infanti- con la encíclica Laudato si' del Papa Francisco, el problema se ha reforzado, también porque aún no se ha resuelto".
Profundizando sobre la importancia de incluir los derechos de agua en la nueva Constitución, el Vicario Apostólico de Aysén aseguró que "en todo el mundo, la propiedad del agua pertenece al Estado y la gestión y distribución se confía a empresas privadas, comunidades, municipios o asociaciones mixtas público-privadas".
El agua: un derecho para todos
"El problema está y continúa. Esta Constitución de Chile, que otorga la propiedad privada del agua a quienes tienen el poder de comprarla, ha favorecido la privatización de la mayoría de los derechos de agua en nuestro país por parte de las empresas transnacionales. Ni siquiera chilenas", subrayó el obispo Infanti.
Después de la gran controversia sobre las presas que se iban a instalar en Aysén, el obispo asegura que "desde allí se intentó modificar la Constitución. Querían cambiar la ley del Código de Aguas, redactado en 1981, y no ha habido ningún progreso precisamente porque hay fuertes presiones de las empresas forestales, mineras y agrícolas; grandes empresas del país, que presionan para que no cambie la situación actual".
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