Prior de Agustinos Recoletos: «Pobreza, dimensión que marca nuestra vida y misión»
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“Estamos llamados a vivir la pobreza como una opción, y esto no significa vivirla de modo egocéntrico o autorreferencial, que nos encierra en una ascesis en la que yo me desentiendo de todo para estar con Dios, no es eso, sino que se vive desde el encuentro con Cristo, y es esto a lo que nos invita San Agustín volver al corazón, al encuentro con Cristo quien nos envía hacia los demás en la comunidad y para evangelizar el mundo en la diversidad de situaciones, de lugares, de países y de culturas”, lo dijo el Padre Miguel Miró, Prior General de la Orden de Agustinos Recoletos, al presentar y comentar el , sobre la pobreza evangélica, publicado en la fiesta litúrgica de Santo Tomás de Villanueva, el mismo que se inspira en el pasaje bíblico del Evangelio de San Lucas (6,30): «Felices vosotros, los pobres, porque el Reino de Dios os pertenece».
El consejo evangélico de pobreza y el modo de vivirlo hoy
En la entrevista concedida a Pope, el Padre Miguel Miró señaló que, este documento tiene por objetivo señalar unos criterios que orienten a los religiosos a vivir su pobreza y a estar cerca de los pobres de hoy. El documento consta de seis capítulos en los que plantea la pobreza evangélica como estilo de vida y una dimensión propia del carisma agustino recoleto, tomando como referencia el magisterio y las enseñanzas del Papa Francisco. “Vivir la pobreza: gracia y reto” responde a la encomienda que el 55º Capítulo General celebrado en 2016 realizó al Prior General: «Elaborar un documento sobre el consejo evangélico de pobreza y el modo de vivirlo hoy». “He aprovechado precisamente el tiempo de pandemia – señaló el Prior General – donde estaba confinado en Venezuela y después he continuado aquí en Roma y me ha dado tiempo pues para pedir ayuda y para recoger toda la información posible para preparar este documento. Ha sido para mí precisamente una gracia y también un bien el poder trabajar este tema y poder proponerlo a los hermanos”.
La pobreza es optar por seguir a Jesús pobre
“Para nosotros – precisó el Prior General de los Agustinos Recoletos – la pobreza no es una mera cuestión social o simplemente un asunto de carácter económico, se trata de querer seguir a Jesús pobre, optar por el camino que siguió Jesús qué es el camino de pobreza desde la Encarnación hasta la Cruz y precisamente Él anuncia el Evangelio a los pobres”. Querer seguir a Jesús, subrayó el Padre Miró, creo que es el motivo por el que nosotros queremos vivir la pobreza y esto marca toda nuestra vida, no solo nuestra vida personal de esta pobreza existencial que tenemos sino también nuestra vida fraterna en la comunidad sintiéndonos de verdad pobres, siendo solidarios con los más pobres. Y el Papa Francisco nos invita constantemente a que veamos que hoy todo está relacionado, entonces esto nos lleva también a una preocupación por el cuidado de la Casa común, de la Creación, de cuidar el medio ambiente o proteger al medio ambiente.
Profundizar en nuestro propio carisma
Asimismo, el Padre Miguel Miró señaló que, el Papa Francisco es siempre inspirador y nos ayuda a profundizar en nuestro propio carisma para dar una respuesta en nuestra vida y sobre todo para poder evangelizar y manifestar el Evangelio hecho vida en nuestra sociedad y en nuestro mundo. “El Papa Francisco precisamente en la última Encíclica, en Fratelli tutti, - precisó el Prior General – nos propone soñar juntos, promover y anunciar el Evangelio o vivirlo uniendo a todos los hombres, en buscar salvar este mundo, darle sentido, humanizar este mundo y que a veces vemos tantos atropellos, tantas injusticias y tantos pobres que son víctimas del abuso de poder y de los que detentan el dinero o toman las decisiones en este mundo”.
El religioso hace una opción por la pobreza
Para el Prior General es necesario conjugar las bienaventuranzas, lo que dice Lucas de los pobres y también San Mateo sobre los pobres de espíritu, porque una pobreza meramente material puede ser hasta una actitud a veces egoísta, agresiva o incluso de insatisfacción. “Nosotros hemos optado por ser pobres libremente, el religioso hace una opción por la pobreza y esto le hace sentir agradecido a Dios de todos los dones que le da, pero a la vez es una misión que es continuar la misión de Jesús y hacerlo presente en nuestra sociedad y con las personas con las que tratamos en los colegios, en las parroquias, en las misiones, en los centros de espiritualidad”. Vivir la pobreza, agregó el Padre Miró, es vivir esta pobreza que nos libera, ya que es una pobreza liberadora. Yo me fijo en la palabra que Jesús dice: ‘felices vosotros los pobres porque vuestro es el Reino de Dios’ y comienzo el documento invitando a los hermanos a ser felices.
¿Qué nos pasa cuando no somos felices?
En realidad, para responder a esta pregunta, el Padre Miguel Miró afirmó que, hay que ver qué nos falta o qué nos sobra y nos encontramos que nos sobran muchas cosas y quizá falta esta simplicidad de vida que es la que Jesús nos propone constantemente, que nos da una nueva libertad y también una gran disponibilidad para estar cerca de todos aquellos que nos necesitan, especialmente de los más pobres, y ahí pues este sentido solidario desde nuestra gente, tenemos que hacerla vida, también vivimos para los demás no solo una pobreza, como diría yo, egocéntrica o autorreferencial que nos encierra en una ascesis en la que yo me desentiendo de todo para estar con Dios, no es eso, sino que el encuentro con Cristo, lo que nos invita San Agustín de volver al corazón al encontrarse a Cristo siempre Él nos envía hacia los demás en la comunidad y para evangelizar el mundo en la diversidad de situaciones, de lugares, de países y de culturas
El documento “Vivir la pobreza: gracia y reto”
El documento consta de seis capítulos en los que plantea la pobreza evangélica como estilo de vida según el carisma agustino recoleto. En la exposición se parte de la primera de las Bienaventuranzas: “¡Felices los pobres!”. En segundo lugar, propone vivir con coherencia y alegría la opción de pobreza que los religiosos han profesado. El capítulo tercero presenta una breve referencia a san Agustín, a la historia de la Orden y a las Constituciones. En el capítulo cuarto sugiere algunas disposiciones para vivir la pobreza, la opción preferencial por los pobres, repensar la economía y la relación de la pobreza con la ecología. En el capítulo quinto ofrece unas orientaciones concretas para vivir hoy la pobreza personal e institucional. Y termina con una invitación a la gratitud y a la esperanza.
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