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Tiziana Campizi - Pope

Durante días en Lagos, miles de personas han protestado por la supresión de la Sars (Special Anti-Robbery Squad - Escuadra Especial Antirrobo), una fuerza policial especial creada para prevenir el robo y el hurto, pero acusada de abuso de poder por asesinato, tortura, violación, extorsión y arresto ilegal.

Las manifestaciones que comenzaron el 9 de octubre en Abuja se han extendido al resto del país. De hecho, el presidente Muhammadu Buhari disolvió la Sars el 11 de octubre y prometió reformas, pero las protestas no han disminuido. La gente quiere una reforma seria de la fuerza policial y a las demandas de cientos de jóvenes se han unido las de muchos otros que quieren un cambio real en todo el país.

En una declaración, el reverendo Ioan Sauca, Secretario General en funciones del Coe, expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas de Lekki y apeló al gobierno para que garantice la justicia, tal como prometió el Vicepresidente Yemi Osinbajo. "Pedimos al gobierno que cumpla esta promesa sin demora y con total transparencia y que cumpla con su deber fundamental de proteger la vida y la propiedad de sus ciudadanos", se lee en la declaracion del Coe. Además, instamos al Gobierno de Nigeria a que actúe con decisión para responder a las demandas legítimas de los manifestantes.

Los dirigentes de la Iglesia nigeriana y los Consejos Ecuménicos Nacionales -el Consejo Cristiano de Nigeria (CCN) y la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN)- han expresado su apoyo a las protestas pacíficas que se están extendiendo y a las exigencias formuladas por los manifestantes y, indignados por lo ocurrido en Lekki, piden que se rindan cuentas. El reverendo Sauca quiso mostrar su solidaridad y ofrecer el apoyo del Coe a las Iglesias de Nigeria que tratan de cumplir su ministerio esencial por la justicia, la paz, el respeto de la dignidad y los derechos humanos en el país.