El feminicidio. Una de las plagas de América Latina
Ciudad del Vaticano
, sobre el lanzamiento del Curso Virtual sobre Violencia contra la Mujer "Luchemos contra esta fuente de sufrimiento". Un curso ON LINE de manera libre y abierta por las 11 universidades católicas del Perú. Este proyecto es llevado adelante por la Organización de Universidades Católicas de América Latina - Capítulo Peruano (ODUCAL), bajo la coordinación de la Universidad Católica de Trujillo.
América Latina y el feminicidio
En su mensaje el prelado recordó cuando el Papa Francisco fue a Perú hace dos años, y en la Plaza de Armas de la ciudad de Trujillo, el Papa invitó a la población a luchar “contra una plaga que afecta a nuestro continente americano los numerosos casos de feminicidio”.
El prelado dijo en su mensaje que son muchas las situaciones de urgencia que quedan silenciadas detrás de tantas paredes. Por ello invitó a los peruanos a luchar contra está “fuente de sufrimiento pidiendo que se promueva una legislación y una cultura de repudio a toda forma de violencia”.
Y retomando el mensaje del Papa Francisco a la ONU del pasado 25 de septiembre donde subrayó que “frente a todas las formas de violencia contra la mujer no podemos quedarnos cómplices con el silencio o la no actuación efectiva”, por eso, dijo en su mensaje el prelado, es urgente un cambio de conciencia social para que la dignidad de la mujer sea respetada toda circunstancia, la violencia contra la mujer representa uno de los grandes pecados sociales de nuestro mundo actual aumentado su número de casos en este periodo de confinamiento debido a la pandemia, no es posible quedarnos indiferentes contra este mal.
Combatir la violencia contra la mujer
Por eso, recordó el obispo, las universidades católicas del Perú se reunieron para ofrecer un curso virtual dirigido a docentes estudiantes y público en general con el objetivo de contribuir a despertar las conciencias y la obligación moral de eliminar está plaga motivados por el evangelio del amor y de la vida. Esta iniciativa académica, dijo, refleja la larga e incansable misión de la Iglesia de promover la dignidad y el desarrollo integral de cada persona de manera especial de la mujer y el firme compromiso de acciones concretas desde los valores.
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