Costa Rica: Iglesia cat¨®lica y Alianza Evang¨¦lica unidas ante la crisis del pa¨ªs
Alina Tufani - Ciudad del Vaticano
Los Obispos católicos y los Pastores y Ministerios evangélicos unidos en la Federación Alianza Evangélica Costarricense, han divulgado una declaración conjunta en la que manifiestan ante la opinión pública su posición sobre la difícil situación del país como consecuencia del deterioro económico, el desempleo y los efectos causados por la pandemia de Covid-19.
¡°La pobreza y la desigualdad social y económica, presentes en nuestro país, no sólo se mantienen, sino que también se han incrementado, creando enormes distancias entre la población que vive en zonas urbanas y las zonas rurales, lo cual se evidencia en diferencias notorias en la calidad de vida, en el acceso a los servicios públicos, en los rezagos en materia educativa y tecnológica, entre otros¡±, se lee en el primer punto de los cuatro que componen la declaración.
La indiferencia no es propia del cristiano
El texto habla de un panorama de ¡°indiferencia e indolencia¡± que no son propios de los cristianos, por lo que reiteran su compromiso de trabajar unidos para enfrentar esta realidad junto con las autoridades del gobierno. Las problemáticas a afrontar, según las instituciones religiosas, van desde el ámbito sanitario, social y económico, hasta el fiscal y ético.
Luego de agradecer la dedicación y esfuerzos del personal de la salud para combatir la pandemia, la declaración considera fundamental evitar que la infraestructura médica, los servicios de salud y las camas en los hospitales y unidades de cuidados intensivos no colapsen. En el sector fiscal, los líderes religiosos, reconocen la necesidad de aplicar medidas extraordinarias para enfrentar el desbalance económico, pero dejan claro que dichas acciones no deben ¡°seguir afectando a los sectores más desfavorecidos, a los hogares que sufren pobreza y vulnerabilidad¡±.
Procurar un mayor diálogo
¡°Debemos procurar un mayor diálogo que haga posible la aprobación de medidas transitorias y permanentes que no signifiquen agregar más sufrimiento a las familias de menos ingresos y recursos, sino buscando una mayor contribución de quienes tienen más riqueza y han padecido menos en esta crisis económica y sanitaria¡±, puntualiza la declaración de católicos y evangélicos.
Una clara reactivación económica que permita generar más empleo e inversiones, en lo económico y un trabajo para evitar la exclusión, el empobrecimiento y la desigualdad en los social, son parte de las exhortaciones de los líderes religiosos, que sin embargo, ponen en primer lugar el nivel ético de toda decisión y aspirar a una sociedad más solidaria, menos desigual, de mayores oportunidades.
Sobreponer los intereses del bien común
¡°Consideramos necesario que los distintos sectores no solo se manifiesten, sino que sean tomados en cuenta a la hora de construir una agenda de prioridades que nos permita encontrar acuerdos esenciales, en lo fiscal, económico, social y ético¡±, subraya la nota. Pero además recuerda que en tiempos difíciles se requieren liderazgos visionarios, sabios, prudentes y prácticos, fundamentados en principios y valores que hagan sobreponer los intereses del bien común sobre los intereses particulares.
La Declaración de católicos y evangélicos finaliza con el compromiso de los cristianos a contribuir para que prevalezca el diálogo provechoso sobre la confrontación estéril, la unión sobre la división y el acuerdo sobre el conflicto. ¡°Rogamos a Dios por el mayor éxito que el Gobierno pueda tener para poder convocar a los distintos sectores para un verdadero diálogo nacional y la adopción de medidas concretas y urgentes que el momento crítico que vive el país demanda¡±, concluye.
La situación de la pandemia
En las últimas semanas, a la ya díficil situación causada como consecuencia de la pandemia de Covid 19, se han sumado las protestas convocadas por movimientos, sindicatos y asociaciones de varios sectores de la sociedad que exigen medidas urgentes para enfrentar la grave situación socioeconómica del país. Los diálogos convocados desde abril por el gobierno del presidente Carlos Alvarado han llegado a un punto muerto, porque no lo suficientemente amplios y participativos.
Sin embargo, el pasado domingo, el gobierno aceptó encabezar un nuevo diálogo con todos los sectores del país, entre ellos, las iglesias católica y evangélicas. La llamada mesa multisectorial iniciará sus labores a partir del 17 de octubre con los temás más candentes como las políticas fiscales y económicas, especialmente en el ámbito de la pandemia.
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