Monse?or ?lvarez Botero: es necesario volver la mirada a la familia
María Cecilia Mutual – Ciudad del Vaticano
“La Familia en tiempos de pandemia y post pandemia”: es el título del , que tiene lugar hoy a partir de las 9 de la mañana hora local, para conmemorar los 50 años del Departamento de Matrimonio y Familia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).
El evento, contará con la participación, desde el Vaticano, de Monseñor Vincenzo Paglia, Gran Canciller del Instituto Pontificio para la Familia Juan Pablo II y Presidente de la Academia Pontificia para la Vida. Además, haciendo una lectura de la realidad mundial que se vive en tiempos de pandemia participarán Monseñor Oscar Urbina Ortega, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, Secretario General de la CEC y Monseñor Edgar de Jesús García, presidente de la comisión de Matrimonio y Familia. En la cita virtual darán también su contribución los directores que han trabajado en el Departamento de Matrimonio y Familia a lo largo de estos 50 años, quienes compartirán su experiencia y analizarán los retos de la familia hoy.
“El encuentro de agentes de Pastoral familiar se realiza cada año y es una de las programaciones de la Conferencia Episcopal que más incidencia tiene”, explicó a Pope, Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, Obispo auxiliar de Medellín y Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia, precisando además que este año “con la circunstancia de la pandemia, el encuentro adquiere un relieve especialísimo porque consideramos que en la familia está viviendo un momento particularmente importante. En los discernimientos que hemos hecho los obispos sabemos que hoy en la familia se concentran una cantidad de situaciones positivas de un lado porque a partir del confinamiento hemos vuelto a la necesidad de la familia, pero también las problemáticas más agudas. Pensamos especialmente en que los padres han debido asumir unos roles supremamente exigentes dentro del contexto familiar como educadores, como orientadores, como médicos, como psicólogos dado que todos lo estamos viviendo en el núcleo familiar”.
Monseñor Álvarez Botero se detiene sobre los retos que debe afrontar la familia hoy, en el contexto de la pandemia:
El principal reto es que la familia pueda asumir su misión completa de frente a las exigencias del momento y en la tarea Pastoral de la Iglesia está el acompañamiento de las familias para que esto sea realidad, que tengan las herramientas para poder vivir su misión. Son muchas las dificultades que encuentran las familias hoy: deben asumir roles determinados por las exigencias de la pandemia, la educación, la conducción, el acompañamiento, el consejo. En muchos hogares se están viviendo situaciones duras de pobreza, de enfermedad. Y para la iglesia en su tarea pastoral es necesario que se pueda de verdad asumir el acompañamiento de las familias orientándolas para que puedan cumplir esta misión. Pensamos especialmente en el reto de la convivencia, de la unión en la familia que se encuentra con dificultades internas, con la violencia inclusive en algunas ocasiones. Durante este tiempo de pandemia se ha reportado un incremento en los índices de violencia intrafamiliar, agresiones, maltratos. Todo esto corresponde a la obligatoriedad de convivir todo el tiempo y de afrontar problemas que tienen las familias en su interior. Por eso la tarea Pastoral debe preparar para que se pueda vivir al interior de la familia con comprensión, con diálogo, con entendimiento con lucha en unidad para superar los problemas que se presentan. Es una línea de trabajo que la pastoral familiar no puede desconocer.
El Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia relata también cuáles son las actividades que lleva a cabo la Pastoral Familiar en este contexto:
Desde la Conferencia Episcopal se lideran algunas actividades importantes, que sobre todo son de ayuda a las pastorales familiares diocesanas. La Conferencia Episcopal no realiza directamente la pastoral familiar pero sí acompaña las diócesis y les brinda herramientas. Este es el trabajo desde el Secretariado Permanente. Resaltaría especialmente dos líneas de trabajo: en primer lugar, se ha venido trabajando para que se conformen en las diócesis y en las parroquias centros de escucha familiar. Hemos hecho un trabajo importante capacitando a laicos, a matrimonios católicos otorgándoles herramientas para que se conformen centros de escucha, para que las personas puedan acudir. Son una especie de centro de consultoría animada por la convicción de la Iglesia de que la familia es la base fundamental de la sociedad y de la iglesia misma. Se realizó ya, en primer lugar, una capacitación para 140 personas, aproximadamente 70 parejas que en las diócesis colaboran con la pastoral familiar. De otro lado, pues también hemos enfatizado en este tiempo de pandemia y de acuerdo con las circunstancias, unos encuentros especiales de preparación para el Sacramento del matrimonio. Tienen que ser mediante el uso de las tecnologías virtuales, pero se ha logrado consolidar un buen paquete de herramientas para que las diócesis pueden hacer uso de ellas y trabajar en la preparación para la vivencia matrimonial. No quiero dejar de destacar en esta misma línea, el trabajo de incidencia desde el Secretariado Permanente pensando en la defensa de la familia y de la vida por medio de las acciones que sean posibles frente a los organismos gubernamentales y a las instituciones civiles que también tocan la realidad familiar. Quiero mencionar también el trabajo que han hecho algunas pastorales familiares en coordinación con la pastoral de la salud de un programa de acompañamiento a las familias que tienen enfermos o ancianos. En ambientes católicos, han surgido un buen número de iniciativas para poder brindar apoyo, sostenimiento, acompañamiento a estas familias que tienen seres queridos enfermos.
"Como ha mencionado el Papa Francisco, la pandemia ha descubierto la fragilidad personal e institucional - recuerda Monseñor Elkin Álvarez, - y los obispos somos muy conscientes de que una de las instituciones frágiles o la principal institución que experimenta la fragilidad es la familia, pues somos muy conscientes de esta realidad y esto nos impulsa a actuar prioritariamente a favor de la familia".
Para salir adelante se necesita unidad
En el camino recorrido en medio a tantas dificultades, Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero habla esperanza en este tiempo particularmente difícil que nos toca vivir y de la enseñanza podemos recabar de esta experiencia:
Son muchísimas las esperanzas puestas en todo el camino que venimos recorriendo con este trabajo de Pastoral familiar. Como lo ha mencionado el Papa Francisco la pandemia requiere la unidad de todos para salir adelante. Frente al trabajo de Pastoral familiar convocamos a todos los estamentos de la Iglesia y a las instituciones civiles para que realmente vuelvan la mirada la familia.
Tenemos que promover, ante todo, que la vuelta, por así decirlo, obligada al círculo familiar y el redescubrimiento de la necesidad de la familia para cada persona y para la sociedad se mantenga. En este momento es necesario insistir siempre en esto: no abandonar ni descartar lo positivo que hemos vivido con la realidad familiar en este tiempo de pandemia y fortalecer aquello que conseguimos para enfrentar las dificultades.
En la familia se aprende a vivir el diálogo y la fraternidad
Sobre el diálogo y la fraternidad impulsada por el Papa Francisco en su última encíclica Fratelli tutti, Monseñor Elkin afirma:
El énfasis que el Santo Padre Francisco ha hecho sobre el diálogo y la fraternidad en su reciente encíclica, creemos que es necesario que llegue especialmente a las familias. El diálogo, la fraternidad se ven o se realizan especialmente dentro del círculo familiar y es ahí también donde la persona aprende a vivir el diálogo y la fraternidad. La familia es el centro donde se vive esta realidad, se experimenta y es al mismo tiempo donde se cultiva para que todas las personas vivan estas virtudes en medio de la vida social.
La importancia de la educación
Finalmente, el también Obispo auxiliar de Medellín reflexiona acerca de la importancia de la educación en las familias y del Pacto Educativo Global:
Sobre el Pacto Educativo Global, en primer lugar, vemos con mucha esperanza y agradecemos de corazón la iniciativa del Papa Francisco en torno al tema educativo. Y frente a ella, tenemos que constatar que hay muchas oportunidades especialmente para afianzar la alianza entre familia y escuela. Al mismo tiempo, somos muy conscientes de las dificultades porque no ha sido una conciencia viva que los padres tengan que ser educadores integrales de sus hijos. Generalmente se ha relegado toda la tarea educativa a la escuela y no hay una verdadera sintonía para que familia y escuela trabajen en esta línea. De otro lado encontramos, no pocas dificultades, por así llamarlas, técnicas o tácticas o pedagógicas porque en el ambiente de los hogares en muchas ocasiones no se facilita la tarea educativa por las dificultades de conectividad, en fin, porque los papás necesitan empeñarse en actividades que les demandan casi todo el tiempo.
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