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En 2019, Suiza exportó material bélico a 71 países de todo el mundo, por un valor total de 728 millones de francos suizos, lo que supone un récord del 43%, el mayor incremento desde 1938. Son cifras preocupantes, ante las cuales la Cáritas nacional lanza la alarma y se pregunta: "¿La política suiza sigue siendo compatible con los objetivos de la cooperación al desarrollo en los países pobres? La pregunta viene a través de Patrick Berlinger, jefe del Departamento para la Política de Desarrollo de la organización caritativa suiza, que escribió una nota para la edición 2021 de "El Almanaque", el anuario de Cáritas Suiza sobre obras humanitarias. "Las exportaciones de Berna a regiones en conflicto, como la Península Arábiga, o a países muy pobres, como Bangladesh, o a zonas en las que se cometen graves violaciones de los derechos humanos", denuncia Berlinger, citado por la agencia Cath, "son contrarias a los objetivos objetivos oficiales de desarrollo de Suiza".

Según los últimos datos, las armas helvéticas también se utilizaron en la guerra de Yemen y parecen haber alimentado "el conflicto latente entre la India y el Pakistán". "Un país como Suiza, que ama considerarse un actor importante en la construcción de la paz", señala Berlinger, "debería abstenerse sistemáticamente de esas exportaciones militares tan perjudiciales", que no sólo causan daños a las poblaciones locales, sino que también ponen en peligro la diplomacia internacional y la valiosa cooperación al desarrollo de Suiza en los países más pobres, a menudo víctimas de conflictos devastadores.