笔别谤ú. Padre Fuertes: La fraternidad amazónica nos ayuda a enfrentar el Covid
Manuel Cubías / Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“El pueblo lo que espera es ser acompañado en la lucha por la vida que es integral, que está interconectada como lo dice el Santo Padre y ese acompañamiento del cual se habló en el Sínodo Panamazónico. Lo que buscan, necesitan y nos piden en este contexto de pandemia es nuestra presencia, que al mismo tiempo sea una buena noticia, como lo es el Evangelio para las personas concretas en situaciones concretas que nos toca vivir”, lo dijo el Padre Miguel Fuertes, O.S.A., Administrador Diocesano del Vicariato Apostólico de Iquitos, Perú, dialogando con nuestro colega, el Padre Manuel Cubías, sobre la actual situación de la población en la Región amazónica de Loreto, al norte del Perú, en relación con la pandemia del coronavirus, en el marco de la celebración del Tiempo de la Creación.
R.- Entre abril, mayo, y parte de junio fue la época más fuerte del Covid-19 aquí en Iquitos ciudad, después de junio en adelante comienza a bajar el contagio en la ciudad y se riega más por el río, por toda la zona rural. Los ríos habían estado cortados, aislados, pero no del todo y al final acabo regándose por todos los ríos, gracias a Dios no hubo tanta mortandad en el río como en la ciudad, el índice de mortandad no fue tan fuerte en el río como en la ciudad. ¿Cómo estamos en estos momentos? Pues bastante tranquilos en el sentido de que, incluso que en estos días no hay ningún fallecido en lo que es la región, y en la ciudad, el mismo hospital Covid, que es el Hospital Regional de Loreto pues ha comenzado ya a abrir otras áreas de medicina porque se había cerrado prácticamente todo, solamente quedaron las áreas de emergencia, de UCI y todo el Hospital fue para el Covid. Además se aperturaron varios centros, algunos de la Iglesia, un colegio también para atender a los pacientes. Estamos en esta situación muy tranquilos, es más, aquí el Ministerio de Salud en Iquitos habla de la ‘inmunidad del rebaño’, que pareciera que estuvimos tan contagiados que tenemos la ‘inmunidad del rebaño’, pero bueno, esto habrá que esperar unos meses por lo menos para saber si realmente las cosas están así.
En este contexto, recordamos que ustedes fueron de los primeros lugares en impulsar, desde la Iglesia, medidas de colaboración y ayuda con el tema de salud, recuerdo el tema de la planta de oxígeno, fue el primer lugar donde se impulsó a abrir una planta de oxígeno. ¿Qué otras medidas están impulsando en este momento como Iglesia?
R.- Fuimos los primeros porque fue la primera región que fue atacada fuertemente por el Covid-19 y si, impulsamos la colaboración de la ciudadanía y bueno, conseguimos 4 plantas de oxígeno, pedimos para una y logramos comprar cuatro. Además de concentradores de oxígeno para el río y medicinas y algunas otras cosas, que después este ejemplo o este camino, lo han seguido muchísimas Diócesis, Instituciones civiles en el resto del Perú.
Ahora nosotros estamos preocupados, la Iglesia de Iquitos, estamos preocupados por dos cosas. Primero, pues estamos ayudando a muchas familias que económicamente se han quedado sin nada, o sea, se han quedado sin el trabajo diario que les daba de comer, en el Perú y concretamente en Iquitos, la actividad de muchísimas personas viven del sueldo del día, salen a hacer alguna cosita por ahí, algún trabajito como dicen por acá y comen, sino es imposible, todo esto ha creado una crisis económica muy fuerte, que ya venía de antes también en parte y estamos ayudando con alimentos y alguna otra cosa alguna familia sabiendo que no llegamos a todo el mundo, por supuesto todos los necesitados.
Pero al mismo tiempo estamos queriendo impulsar una campaña para ver la posibilidad y ayudar a que los niños y jóvenes no pierdan 2 años de escolares. Aquí el Gobierno ha dicho que casi seguro mínimo hasta el 31 de julio del 2021 las clases seguirán siendo virtuales, significa medios de comunicación. Y las estadísticas hablan que el 50% de los niños, de los estudiantes de primaria y secundaria y también de las universidades han dejado los estudios, pero centrándonos en primaria y secundaria e inicial han dejado los estudios más del 50%. ¿Por qué? Porque no hay electricidad en las comunidades, porque no hay aparatos de radio y televisión que el Estado está emitiendo por ahí ‘Educa Perú’ o ‘Aprendo en casa’, los programas estatales y no digamos celulares o señal de internet, estamos viendo la posibilidad de hacer receptores de radio solares con el fin de que puedan seguir el año escolar, porque el año escolar sigue adelante. Y al final va a ser una brecha brutal entre quiénes han podido más o menos seguir un poco los estudios y quiénes han perdido 2 años que no los van a recuperar. Así que tenemos una radio, “La Voz de la selva” y “Radio cámara”, son dos radios de la Iglesia, sobre todo la Voz de la Selva, la vamos a potenciar, para que llegue a toda la región y desde ahí colaborar y hacer lo posible y lo imposible por la educación de los niños y jóvenes porque si no va a ser un problema a largo plazo.
Estamos en el Tiempo del Jubileo por la tierra, en el quinto aniversario de la Encíclica Laudato si’. Entonces quisiéramos saber que se está haciendo al respecto. ¿Qué está haciendo el Vicariato para celebrar estas dos cosas impulsadas por el Papa Francisco?
R.- Digamos que institucionalmente no estamos haciendo nada especial puesto que en Perú se sigue todavía en estado de emergencia, significa que no puede haber reunión de ninguna clase, significa que ciertas horas sobre todo de la noche, los domingos absolutamente nadie puede salir de casa y bueno varias limitaciones más, entonces estos nos ha limitado bastante. No obstante, hay una situación en el Perú y es el Acuerdo de Escazú, que fue promovido por varios países ya desde varios años, y el Perú tenía que firmar desde el Congreso en este tiempo y así nuestra lucha ha sido un poco por esta línea de conseguir la aplicación de este acuerdo, lo que significaría de protección del medio ambiente, de preocupación por todo lo que significa la Amazonia en concreto, no solamente la Casa común de toda la creación, sino en específico la Amazonia.
Tenemos varios frentes aquí de contaminación y de ducha contra la extracción ilegal de madera, de oro. Hace un mes tuvimos tres indígenas fallecidos por qué en un pozo petrolero en Bretaña, por el río Ucayali, hubo una protesta y al final fallecieron tres personas. Estamos más metidos entonces en estas cosas puntuales por un lado, pero al mismo tiempo la posibilidad y la oportunidad de ayudar a ver un poco más allá la búsqueda de energías renovables, de cambios de sistemas, etc. Pero hay que tener en cuenta que nos encontramos con limitaciones y nos encontramos con una oposición fuerte de quiénes de una u otra manera pues han estado viviendo a costa de la Amazonía, de la extracción, de dejar la Amazonía esquilmada prácticamente del todo, en esta línea es que estamos trabajando en el que se pueden debido a las limitaciones de la pandemia y de movilidad y de reuniones.
¿Qué esperan los habitantes de esa región de la Iglesia? Por ejemplo, los pueblos originarios ¿Qué esperan de nosotros, en este momento?
R.- Pues como dijeron en el Sínodo Panamazónico, que las acompañemos. Que los acompañemos en su lucha, en su vida y su vida, qué significa todo, significa esperanza, creación de esperanza. De hecho, la razón del éxito de la campaña que hicimos de oxígeno fue que en el momento en que el pueblo estaba totalmente desesperado sin vislumbrar ninguna salida pues la acción de la Iglesia les dio esperanza y todo el mundo colaboró. Entonces el pueblo lo que espera es ser acompañado en la lucha por la vida que es integral, que está interconectada como lo dice el Santo Padre y ese acompañamiento, preocupación por todo lo que ocurre en la vida de las personas por parte de la Iglesia yo creo que es lo que buscan, necesitan y nos piden y desde ahí, que la vida está que nuestra presencia al mismo tiempo, pues sea buena noticia, como lo es el Evangelio para las personas concretas en las situaciones concretas que nos toca vivir.
Se ha anunciado para el día 3 de octubre, día de San Francisco de Asís, que el Papa va a dar a conocer una Encíclica, que lleva por nombre “Todos hermanos”. ¿Cómo siente usted la vivencia de esta idea de sentirnos hermanos en ese territorio en el que usted vive? ¿Qué dificultades encuentra, qué apoyo encuentra a la idea de vivir como hermanos?
R.- Yo creo que es oportuno, es oportuno más para acabar esta pandemia que nos ha mostrado que en la individualidad ya como personas, como grupo, como institución, como país, no es posible para seguir viviendo. Entonces yo felicito al Santo Padre y le agradezco que siempre está atento a lo que está ocurriendo y nos ayuda también hacer propuestas y a seguir adelante. Yo creo que aquí en la selva lo que es fraternidad, lo que es solidaridad, es innato, es cultural porque en la selva sino no tienes en cuenta quiénes viven junto a ti no sobrevives, es decir, individualmente o una sola familia en medio de la selva ni siquiera puede hacer su chacra porque necesitan los demás para rozar y crear el espacio necesario para sembrar.
Entonces es un valor, un valor amazónico que tendremos la oportunidad de eso, desde la inculturación partiendo de lo que ancestralmente vivían, de los valores, muchísimos valores y uno de ellos la fraternidad es de toda la vida en la Amazonía promoverlo promocionarlo y ayudarnos y después tendremos la dificultad por supuesto de las divisiones sociales, diferencias sociales que existen y que en la Amazonia son muy marcadas de grupos e instancias y grupos que solamente ve a la Amazonía como un espacio de sacar cosas, entro a la selva y cojo y ya está no es de nadie, eso lo ha promovido el Estado desde hace muchísimos años, un Presidente decía que la selva era la despensa del Perú y claro eso significaba que no tenían en cuenta a los que viven en la selva y no conocían la selva porque no es tan rica en producir cosas directamente desde el consumo como la gente piensa. Entonces se han creado estas divisiones y espero y estoy seguro que esta nueva Encíclica del Santo Padre nos ayudará a ir superando esta situación.
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