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La crisis política en el Perú se agrava: tras el voto de censura, a principios de agosto, al Consejo de Ministros presidido por Pedro Cateriano, el Congreso Nacional votó este 11 de septiembre la apertura de un procedimiento de destitución contra el Presidente Martín Vizcarra, acusado de intentar obstruir una investigación por corrupción en su contra. Las acusaciones contra el Jefe de Estado se basan en una grabación de audio en la que el Presidente parece estar discutiendo con algunos de sus colaboradores cómo ocultar un uso indebido de fondos públicos. Por su parte, Vizcarra niega haber cometido ningún acto ilícito y acusa al Parlamento de iniciar un procedimiento de vacancia por razones políticas. En este contexto, se alza la voz de la Iglesia local (CEP) que, en una nota firmada por su Presidente, Monseñor Héctor Miguel Cabrejos Vidarte, pide que "no debemos olvidar lo esencial; es decir, la lucha contra la pandemia que ha causado la muerte de más de 30.000 personas en el país". "No es el momento de generar más divisiones – se lee en el texto – cuando la prioridad es mantenernos unidos en este momento crucial por el que atraviesa el Perú", en el cual los ciudadanos "reclaman al gobierno la unidad indispensable para enfrentar la crisis sanitaria, social, económica y política".

Seguir el camino del diálogo por el bien de todos

En cuanto a las interceptaciones telefónicas relativas a Vizcarra, Monseñor Cabrejos recomienda que las investigaciones se lleven a cabo respetando plenamente "la Constitución y las leyes" vigentes, porque "es irresponsable e inaceptable que se aproveche esta situación para agravar más la crisis, que al final perjudica a todo el país y de manera especial a los más vulnerables". De ahí el llamamiento de la CEP al Gobierno y al Congreso para que siguiendo el camino del diálogo, "garanticen elecciones libres en abril de 2021". "La clase política – reitera la nota – debe unir y articular esfuerzos para construir puentes con decisiones inclusivas, nunca excluyentes, que garanticen el bien de todos". Al mismo tiempo, la Iglesia del Perú invoca "la verdad, la transparencia, la ética y el consenso político" para consolidar un país "más unido, democrático, solidario y grande para todos".

Reducir los dramáticos efectos de la pandemia

En esta perspectiva, se destaca que "es indispensable evitar el caos político y la crisis de las ya débiles instituciones estatales", porque "el país así lo exige y la ciudadanía así lo espera" y hay que pensar "en el bien común del Perú", no "desestabilizarlo". Por último, la Iglesia Católica, "coherente con su vocación de servicio", se suma a los múltiples esfuerzos del gobierno y la ciudadanía para "reducir los dramáticos efectos de la pandemia", persiguiendo siempre el bien común, "especialmente de los menos favorecidos y más vulnerables".