Día de la Independencia en é澱: Obispos piden trabajar por la Patria
Alina Tufani – Pope
El Grito de Dolores, como se conoce el levantamiento en armas de los indígenas y campesinos convocados por el cura Miguel Hidalgo y Costilla, el 16 de septiembre de 1810, abrió el camino de la Independencia de México del dominio español. A 210 años de esa gesta, el pueblo mexicano, hoy, no podrá emular el famoso grito con fiestas en las plazas y en las calles del país, por otro yugo más insidioso, el de la pandemia de Covid-19. Otra “oscuridad” entre las muchas que han asaltado a pueblos y ciudades en la historia del país, como dice el de la Conferencia Episcopal mexicana (CEM) por esta fiesta patria.
México entre los paíese más afectados por la pandemia
“La pandemia que sigue haciendo el mundo, ha hecho que estas (fiestas), en nuestro país, se vuelvan más oscuras” dice el texto a firma de monseñor Jesús Cabrero Romero, Arzobispo de San Luis Potosí, que a nombre del episcopado llama a los mexicanos a seguir las indicaciones sanitarias, especialmente, en las tradicionales reuniones familiares para evitar contagios y, por supuesto, una mayor tragedia. En este contexto, recuerda los casi 70. 000 fallecidos y los miles de contagios de Covid-19 que han colocado a México entre los paíese más golpeados por la pandemia. Asimismo, se lee en este mensaje:
Nuevo impulso a la cultura democrática
Una invitación también a que confiados en la fe, lleven ánimo y esperanza a los enfermos y vulnerables, a los pobres y desamparados, a los que sufren por la violencia y un nuevo impulso a la cultura democrática y a la auténtica promoción del bien común, a la comunidad educativa y a todo el pueblo de Dios.
Muchos retos enfrenta el país necesitado de reconciliación
El mensaje de la CEM, sin embargo, recuerda que son muchos los retos que enfrenta un país necesitado de reconciliación y fraternidad ante los muchos “resentimientos” como el odio y la división. “Necesitamos sanear la vida social. No hay paz sin verdadero desarrollo y sin justicia” dice monseñor Cabrero al recordar que el mensaje del Evangelio es de verdad, libertad, solidaridad y reconciliación.
“¡No dejemos que el mal venza! ¡Venzamos el mal a fuerza de bien! ¡Trabajemos todos juntos por nuestra patria!, exhortan los obispos mexicanos. La obligación de cada ciudadano es la de ser constructores de puentes para alcanzar una verdadera “cultura del encuentro” y una verdadera participación social. Y sigue:
Llamados al cuidado de nuestra “casa común”
Generar espacios de encuentro, diálogo y consensos sociales, económicos y políticos, es el llamado de la Iglesia en esta fiesta nacional donde las organizaciones de la sociedad civil, comunidades e instituciones de todo tipo, están llamadas a manifestar su compromiso común por la vida, la justicia la solidaridad, la subsidiariedad y el cuidado de nuestra “casa común”.
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