Bolivia: La Pastoral Social de Caritas junto a los más necesitados
Roberta Barbi – Pope
La Pastoral Social de Caritas Bolivia sigue a la vanguardia en la lucha contra las condiciones de aislamiento exacerbadas por la actual pandemia de coronavirus, junto con las categorías que más sufren, como los reclusos y las comunidades indígenas más remotas.
Tal como lo refiere , el sistema de información de la Iglesia en esta nación relacionada con la Conferencia episcopal de Bolivia, gracias al apoyo financiero de ADVENIAT y las gestiones de Pastoral Social de Caritas Bolivia, se llevaron canastas de alimentos a 304 familias de 16 comunidades indígenas en las jurisdicciones de Pando, Beni, Camiri, Aiquile y Tarija. La ayuda también se realizó en una comunidad del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Secure. Tal como se lee en la nota de prensa de la Pastoral Social Caritas:
Y ante esta realidad, la Pastoral Social de Caritas Bolivia, hace un llamamiento al Gobierno:
Pueblos y naciones indígenas en primer plano
La organización católica concluye:
En efecto, como expresa la nota, “una emergencia como la que se ha vivido en la gestión 2019, sería devastadora para las comunidades y pueblos indígenas que en estos momentos están luchando por salir adelante, generar ingresos y llevar el alimento a sus hogares”.
Pero la Pastoral Social de Caritas Bolivia tampoco deja solos a los presos. De hecho, en los últimos días, ha entregado 454 raciones de alimentos secos a la prisión de San Pedro en la ciudad de La Paz, para ser distribuidas entre la población carcelaria, dando prioridad a los ancianos y a las personas que no tienen parientes en la ciudad.
Reclusos en condiciones de hacinamiento
Según los datos facilitados, el complejo penitenciario alberga a más de 2.500 reclusos y es el segundo más grande del país, pero las condiciones de infraestructura son precarias: los reclusos cumplen sus condenas en condiciones de hacinamiento y con un acceso limitado a los servicios sanitarios y básicos. La pandemia también ha llegado, naturalmente, a las instalaciones de la prisión, generando un contagio masivo y casos sospechosos que han sido puestos en aislamiento. Muchos de ellos reciben apoyo de sus familias, aunque limitado, pero otros se encuentran en condiciones de abandono total.
Con el apoyo del Servicio de asistencia social penitenciaria, se seleccionaron a los reclusos más vulnerables y se les proporcionó alimentos, productos de higiene y limpieza, que fueron entregados por los operadores en pleno cumplimiento de las medidas de seguridad, junto con algunas palabras de consuelo y esperanza que nunca fallan.
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