ҽ

1596750330024.jpg

Cercanía de los obispos de EEUU tras el atentado en la Catedral de Managua

"Junto con el Papa Francisco y nuestros hermanos de América Latina condeno este acto sacrílego", dijo Monseñor David J. Malloy, Presidente de la Comisión de Justicia y Paz Internacional de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos (Usccb), en nombre de los obispos norteamericanos.

Ciudad del Vaticano

Los obispos de los Estados Unidos también se unen a la firme condena del ataque incendiario contra la Catedral de Managua que destruyó, entre otras cosas, un antiguo crucifijo del siglo XVII en la Capilla de la Sangre de Cristo el pasado 31 de julio. Un acto que el Cardenal Leopoldo José Brenes describió como "una acción terrorista" y que ha despertado una viva indignación en toda la Iglesia latinoamericana y en el mundo.

"Junto con el Papa Francisco y nuestros hermanos de América Latina condeno este acto sacrílego", dijo Monseñor David J. Malloy, Presidente de la Comisión de Justicia y Paz Internacional de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos (Usccb), en nombre de los obispos norteamericanos.

 

"El crucifijo que fue objeto de la explosión se ha convertido en una imagen conmovedora de la Iglesia sufriente del país que, desde que intentó mediar por la paz en 2018, ha sufrido repetidas agresiones verbales y físicas", recuerdó el prelado que agradece a la Administración estadounidense la solidaridad mostrada a la Iglesia del país centroamericano inmediatamente después del atentado. La nota expresa, por último, la cercanía de los obispos norteamericanos a los fieles nicaragüenses y "a todas las personas de buena voluntad que luchan por la paz y la reconciliación" en Nicaragua.

¿Quién puede separarnos del amor de Dios?

Ayer el cardenal Brenes presidió la primera misa después del ataque a la entrada de la Capilla de la Sangre de Cristo. En su homilía exhortó a los fieles que se sorprendieron por el acontecimiento a confiar en la Cruz: "La Iglesia siempre ha sufrido y seguirá sufriendo, pero la certeza es que el Señor está con nosotros. Debemos aferrarnos a la Cruz, porque si nos aferramos a su Cruz, ¿quién puede separarnos del amor de Dios?", expresó el purpurado.

Mientras tanto, no hay noticias en el frente de la investigación. Según las autoridades, el acto incendiario no fue un acto intencional. El de la catedral de Managua es el tercer ataque registrado en las últimas tres semanas contra iglesias en Nicaragua. El 29 de julio, desconocidos profanaron la capilla de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en el municipio de Nindirí, mientras que el 27 de julio, en la misma ciudad, el tabernáculo de la Capilla de Nuestra Señora del Carmelo en la Parroquia de Nuestro Señor de Veracruz fue arrojado al suelo. 

Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí

07 agosto 2020, 13:52