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Isabella Piro-Ciudad del Vaticano

África celebra hoy, 10 de agosto, el tercer "Día del Registro Civil y las Estadísticas Vitales", establecido en 2017 por la Conferencia de Ministros Africanos responsables del sector. En esta ocasión, en Sudáfrica, el Arzobispo Buti Tlhagale, que es la persona de contacto para los migrantes y refugiados en la Conferencia Episcopal local (SBC), emitió una nota en la que invitaba a los Estados a "verificar que la inscripción universal de los nacimientos se lleve a cabo correctamente y con independencia de la nacionalidad o la condición jurídica de los padres" del niño. Además, dado que la pandemia de Covid-19 de este año está en su apogeo, el prelado subraya que el registro es aún más "un servicio esencial para vigilar y mitigar el impacto de las emergencias". "Las cifras o estadísticas fiables y precisas", escribe el Obispo Tlhagale, "pueden marcar una gran diferencia en tiempos de emergencias, desastres o pandemias", porque "garantizan que las autoridades dispongan de la información esencial necesaria para la planificación, aplicación y vigilancia" de los sistemas de prevención y tratamiento.

Concretamente en lo que respecta a la inscripción de los nacimientos, el arzobispo sudafricano insta a que nunca se dé "por sentado" porque "en muchos países no es una práctica tan común". Y citando el Informe de Unicef 2019, el prelado señala que "166 millones de niños menores de cinco años no han sido registrados al nacer. El 87% de ellos viven en el Asia meridional y el África subsahariana". Este es un hecho preocupante, dice el obispo Tlhagale, porque expone a los niños al riesgo de "volverse invisibles y vulnerables, cuando pierden sus derechos ante la ley por falta de documentación". Pero estos derechos deben ser "vigorosamente protegidos y promovidos", insta el prelado, "porque protegen el principio fundamental de la dignidad humana".

Si se considera el contexto puramente sudafricano, el obispo dice que le preocupa que, "aunque el derecho constitucional permite que todos los niños reciban educación, muchos estudiantes del país siguen encontrando obstáculos para acceder a la enseñanza primaria debido a la falta de documentación adecuada", situación muy frecuente entre "los niños migrantes y los refugiados". Por esta razón, la Iglesia sudafricana pide a todos los Estados "que verifiquen la correcta inscripción universal de los nacimientos, independientemente de la nacionalidad o la condición jurídica de los padres" de los menores. "No se puede negar a los niños el acceso a la educación - reitera Monseñor Tlhagale - porque es parte integral del desarrollo de la persona humana". Además, con miras a alcanzar los objetivos del desarrollo sostenible, el prelado recuerda que estos últimos recuerdan la necesidad de "dotar a todos de una identidad jurídica", a fin de promover "un desarrollo humano adecuado".

La nota del Obispo concluye con un llamamiento a los Estados y gobiernos para que "aumenten la capacidad de los sistemas de registro civil a fin de garantizar que ninguna persona quede excluida del acceso a sus derechos humanos fundamentales". Y esto, reitera Monseñor Tlhagale, "debería incluir también a los migrantes y refugiados, que también son portadores de la misma dignidad humana intrínseca que todos los demás".