Obispos de Myanmar: sólo con paz y unidad podemos vencer esta nueva crisis
Lisa Zengarini – Pope
En una carta difundida el 29 de junio, los obispos de Myanmar hicieron un apremiante llamamiento a todos los "actores estatales y no estatales" para que cesen las hostilidades e inviertan en la paz y la reconciliación. En la misiva - reporta la agencia Ucanews - los pastores deploran los conflictos armados que siguen desangrando el país - en particular en los estados de Kachin, Shan, Kayin y Rakhine - causando miles de desplazados internos y refugiados. Guerras que ni siquiera la emergencia del coronavirus ha podido detener.
Países divididos son más vulnerables
"Sólo con la unidad podremos vencer el desafío del Covid-19" subraya el documento, recordando que "los países divididos por las guerras son los más vulnerables" en la actual crisis sanitaria mundial. Lo son, en particular, los desplazados internos, casi 250.000 en Myanmar según la ONU. "Sus derechos deben ser respetados", afirman con fuerza los obispos birmanos, incluidos los de sus tierras de las que se vieron obligados a huir. La carta recuerda que el país ha visto "seis décadas de guerra, sin vencedores". "Continúan las muertes y los desplazamientos masivos de personas inocentes. No hay ninguna desescalada y miles de personas inocentes están sufriendo".
La esperanza en la democracia electiva
De ahí el urgente llamamiento al Gobierno y a las fuerzas armadas de Birmania a que no "traten de prevalecer con la fuerza militar", sino que encuentren "una estrategia política para hacer frente a las reivindicaciones de las comunidades étnicas y darles una esperanza renovada de que la democracia electiva puede ayudarles a lograr sus aspiraciones de forma pacífica".
En este sentido, según los obispos, las próximas elecciones generales del país previstas para noviembre, si el Covid-19 lo permite, "son una gran oportunidad para invertir en la democracia". Estas "ofrecen la gran esperanza de que la participación política es posible y que es el único camino a seguir en el futuro". "Las soluciones justas, equitativas e inclusivas son posibles con un cese de las hostilidades y una sincera disponibilidad a un diálogo", concluye la carta.
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