Myanmar. Derrumbe de una mina de Jade. Cardenal Bo exige justicia para las víctimas
Isabella Piro - Ciudad del Vaticano
172 muertos y 250 desaparecidos: este es el dramático resultado del derrumbe de una mina de jade el 2 de julio en Hpakant, en el noreste de Myanmar. El colapso fue considerado una de las tragedias más mortíferas para la principal industria del país, que produce el 70% del mercado mundial. “Compasión y justicia” para las víctimas fue solicitada por el Arzobispo de Yangon, el cardenal Charles Bo, quien, en una , dijo: “Los que murieron no sólo fueron barridos por una montaña de piedras, sino también por una montaña de injusticia”.
“El Papa Francisco advirtió contra la interminable ola de injusticias económicas y ambientales que afectan a los pobres del mundo, subrayó el cardenal. Los que murieron fueron sacrificados en el altar de la codicia, por la absoluta negligencia y arrogancia de las industrias que siguen deshumanizando a los pobres de esta tierra”.
Los dolores de hambre no pueden ser puestos en cuarentena
“En estos trágicos tiempos de pandemia de Covid-19 -reiteró el Arzobispo de Yangon- los dolores de hambre no pueden ser puestos en cuarentena. Esto empuja a los más pobres a buscar las migajas de jade que caen de las excavadoras de las grandes multinacionales. Millones de nuestros ciudadanos han perdido sus medios de vida”. De ahí la invitación del cardenal a “compartir los tesoros de la naturaleza que Dios nos ha dado”, porque “las riquezas de Myanmar pertenecen al pueblo”. “No es la primera vez que se produce una tragedia de este tipo, pero si los responsables no responden con compasión y justicia, no será la última de las tragedias inhumanas”, concluyó el Cardenal.
Creación de una Comisión de Investigación sobre lo sucedido
Mientras tanto, el 3 de julio, el gobierno nacional creó una Comisión de Investigación sobre lo sucedido. La investigación llegó a la conclusión de que el deslizamiento de tierra tuvo un origen accidental, pero se denunció la irresponsabilidad de las autoridades locales por no haber regulado el acceso a la mina y haber asegurado el sitio. Se sancionó a dos oficiales del ejército y se anunció una indemnización para las familias de las víctimas.
Cabe señalar que en Myanmar la industria minera emplea a más de 400.000 trabajadores ilegales. De acuerdo con un reglamento de 2019, durante la temporada del monzón, es decir, hasta septiembre, la actividad minera debe ser suspendida. Pero la crisis económica resultante de la pandemia probablemente ha llevado a la continuación de las operaciones mineras durante estos meses.
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