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Isabella Piro-Ciudad del Vaticano

"La vida pende de un hilo": este es el título de la campaña de autoprotección de las comunidades y líderes amenazados por haber salvaguardado la Creación, que se lanzará mañana, 18 de junio, on line. Promueve la iniciativa, entre otros, la Conferencia Episcopal Brasileña (CNBB), en particular la Comisión de Acción para la Transformación Social, junto con el Consejo Misionero Indígena (Cimi) y la Red Eclesial Panamericana (Repam).

El objetivo, informa una nota, es "dar amplia visibilidad a la gravedad e intensificación de la violencia contra quienes defienden los derechos sociales y ambientales. Auto proteger a las comunidades expuestas a situaciones de riesgo y amenaza, para que puedan proteger a sus miembros".

18 de junio

La fecha elegida para el lanzamiento de la campaña no es accidental: coincide, de hecho, con el quinto aniversario de la publicación de la Encíclica "Laudato si' sobre el cuidado de la Casa Común鈥� del Papa Francisco. No sólo eso: la iniciativa tiene sus raíces en el Sínodo Especial para la Región Panamazónica, celebrado en el Vaticano en octubre de 2019, en el que se dijo: "Es escandaloso que se criminalice a los líderes y también a las comunidades, simplemente porque reclaman sus derechos" (DF, 69). Y las cifras son dramáticas: de 1985 a 2019, 1.973 personas fueron asesinadas en zonas rurales, con sólo 122 casos juzgados y un número insignificante de condenas, es decir, 35 los mandantes y 106 los autores de los asesinatos.

Autoprotección con mecanismos no violentos

Al mismo tiempo, la nota recuerda que "la presencia de las mujeres en los conflictos rurales es cada vez más visible, ya que casi siempre son ellas las que apoyan la resistencia de las familias y comunidades en los territorios amenazados". De ahí el llamamiento a la promoción de la autoprotección mediante "mecanismos no violentos" y "la participación activa de los interesados". La Campaña tendrá tres fases: en la primera, dará prioridad al contexto amazónico. En segundo lugar, tendrá por objeto, a nivel nacional e internacional, "denunciar la propagación de la cultura del odio, las amenazas y la impunidad que se producen en el contexto de los conflictos sociales y ambientales, así como las recientes políticas de desmantelamiento de los derechos adquiridos por los pueblos y las comunidades". Por último, en una tercera fase, tratará de "promover políticas públicas eficaces para proteger a las comunidades y a los dirigentes amenazados por su lucha en defensa de los derechos humanos, sus territorios tradicionales y los derechos de la Madre Naturaleza".