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Ciudad del Vaticano

"Es hora de repensar tantos aspectos de nuestra vida en común, desde la conciencia de lo que es más valioso y le da sentido, al cuidado de la vida misma, tan preciosa, a la calidad de las relaciones sociales y económicas". Este es el mensaje de la Conferencia Episcopal Italiana para la 15ª Jornada Nacional de la Custodia de la Creación que se celebrará el 1 de septiembre, elaborado por la Comisión Episcopal de Problemas Sociales y Trabajo, Justicia y Paz junto con la Comisión Episcopal de Ecumenismo y Diálogo, que lleva como título "Vivir en este mundo con sobriedad, justicia y piedad" (Tit 2:12).

Poner al centro a la persona humana

En cuanto a los nuevos estilos de vida, el texto subraya que la pandemia de Covid-19 "ha puesto de relieve muchas situaciones de vacío cultural, falta de puntos de referencia e injusticias, que deben superarse" y que en este contexto de incertidumbre y fragilidad "se hace fundamental reconstruir un sistema de atención de la salud basado en la centralidad de la persona y no en el interés económico".

Por otro lado, los obispos señalan que la emergencia sanitaria ha puesto de manifiesto "un sistema socioeconómico caracterizado por la inequivocidad y la discordia, en el que con demasiada facilidad los más frágiles se encuentran más desamparados", pero también "una fuerte capacidad de reacción de la población, una voluntad de colaboración".

La pandemia también es signo de un mundo enfermo

Es por ello que nos invitan a mirar "nuestra relación con el medio ambiente" para tener en cuenta el hecho de que "todo está conectado" (LS 138) y la pandemia es también el signo de un "mundo enfermo", como señaló el Papa Francisco en su oración del pasado 27 de marzo", "como consecuencia de una relación insostenible con la Tierra".

Para los prelados "la contaminación generalizada, las perturbaciones de tantos ecosistemas y las relaciones sin precedentes entre las especies que generan pueden haber favorecido el surgimiento de la pandemia o agravado sus consecuencias" y, por lo tanto, nos invitan a enfrentar la crisis ambiental.

No romper la armonía

"Con demasiada frecuencia hemos pensado que éramos maestros y hemos arruinado, destruido, contaminado, esa armonía de seres vivos en la que estamos insertos. Es el exceso antropológico del que habla Francisco en Laudato sí", concluyen.

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