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Alina Tufani – Pope

La Iglesia católica exhorta a las autoridades responsables de elaborar y sancionar el Protocolo referido al “aborto terapéutico” y dar a conocer el contenido a la opinión pública antes de su aprobación. El presidente de la Conferencia episcopal costarricense, el arzobispo de San José, monseñor José Rafael Quirós dirigió una carta al presidente de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Román Macaya en la que sostiene que “actualmente, la gran mayoría de la ciudadanía desconoce los alcances y contenidos de dicho Protocolo que será aprobado por el Ministerio de Salud”.

Se trata de una Norma Técnica para el procedimiento médico del “aborto terapéutico”, que vinculado con el artículo 121 del Código Penal, fue aprobada por el presidente de la República, Carlos Alvarado, el 12 de diciembre de 2019. La norma permitirá poner fin al embarazo en caso de violación, malformación del feto, o riesgo para la madre. Tras la firma, el Ministerio de Salud, con el aval de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS),  obtuvo un plazo de seis meses para elaborar el documento y sus protocolos de actuación.

Ante el inminente cumplimiento del plazo para la presentación de dicho protocolo y la entrada en vigor de la Norma, el presidente del episcopado afirma que es de suma importancia "la transparencia en la toma de decisiones de las autoridades sanitarias" en materia del derecho humano fundamental a la vida  y, por ende, que "la ciudadanía, que convive en un régimen democrático participativo, tenga el derecho a expresar su opinión".

“La vida humana es un don de Dios y nuestra responsabilidad es defenderla, conservarla y cuidarla desde el momento de su concepción hasta su término natural”, subraya mons. Quirós en la misiva. Y es que en su momento, los obispos rechazaron como "inaceptable" dicha medida y manifestaron la urgencia de que esa norma fuera sometida a la aprobación legislativa, "ya que se trata de la regulación de la vida humana que constituye el derecho básico de todas las libertades públicas".

Al concluir la misiva, el arzobispo de San José también se hace eco de sus hermanos obispos y de la Iglesia de costa Rica que sigue “rogando a Dios en estos tiempos de pandemia debido al COVID-19, por la vida humana y la salud integral que requiere de la solidaridad y del bien común”.