Tiempo de Laudato si’. Jesuitas españoles por una nueva relación con la creación
La encíclica Laudato si’ cumplió cinco años de publicación y constituye un referente importante en el debate mundial sobre el cuidado del medio ambiente. El documento subraya que el ser humano es relación, con los demás, con la creación y con Dios y que esta relación, en el momento actual, presenta serias deficiencias que ponen en peligro la vida del ser humano y del planeta. A continuación, .
Aunque la pandemia del COVID-19 y sus consecuencias han ocupado en los últimos meses nuestras preocupaciones y quehaceres, no ha pasado desapercibido el quinto aniversario de una encíclica que contiene una llamada profética a la transformación personal, eclesial y social que la pandemia no ha hecho sino convertir en más urgente aún.
Laudato Si’ fue una contribución de primer orden al debate mundial sobre el cuidado del medio ambiente, al tiempo que ofrecía a los creyentes una visión integradora que asumía el cuidado de la casa común como elemento sustancial de su fe. La encíclica suponía para los jesuitas, al igual que para otros en la Iglesia, la confirmación de una llamada a la conversión sentida y acogida en los últimos años. La Congregación General 35 lo expresaba diciendo que «nuestro cuidado del medio ambiente se inspira en lo que Ignacio enseña en el Principio y Fundamento sobre el buen cuidado de todas las criaturas y en su intuición, en la Contemplación para alcanzar amor, sobre la presencia de Dios en ellas» (d.3,32). Para Ignacio, el mundo es el lugar donde Dios se manifiesta, donde quiere ser encontrado, amado y servido. Esa es la mística que surge de su experiencia en Manresa. Esta quedaba consolidada el año pasado en una de las cuatro preferencias apostólicas —la cuarta— que guían la labor apostólica de la Compañía universal.
«Todo está conectado» repite el Papa una y otra vez animándonos a una ecología integral. No existe, por una parte, la injusticia social y la opción preferencial por los pobres, y por otra la crisis ecológica y la lucha contra el cambio climático. Todo está relacionado bajo el imperio del paradigma tecnocrático. Es necesaria una transformación cultural profunda que nos interpela necesariamente en un sentido antropológico: «no habrá una nueva relación con la naturaleza sin un nuevo ser humano» (LS 118). Las palabras de Francisco sobre la necesidad de superar el antropocentrismo exacerbado que promete un progreso ilimitado basado en el dominio de la naturaleza resuenan con particular fuerza ahora que hemos constatado la vulnerabilidad que caracteriza a la condición humana. La pandemia es ocasión de confirmar que el ser humano es ante todo relación: con los demás, con la casa común y con Dios.
La reciente semana conmemorativa de la Laudato Si' da paso a un año especial de aniversario organizado por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede. La celebración se extenderá hasta mayo del año que viene, con varias iniciativas conjuntas realizadas con un claro énfasis en una «conversión ecológica en acción». El momento es propicio para desarrollar plenamente el potencial de esta encíclica. En un mundo bajo el impacto de la pandemia, Laudato Si' es una voz compasiva y esperanzada que contribuye a la creación del nuevo paradigma por el que claman la humanidad y la Creación entera.
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