蜜桃交友

Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano

En los últimos meses, hemos visto como religiosas y religiosos han expuesto su propia salud para ayudar a los hermanos más necesitados de la sociedad. La pandemia de COVID–19 es uno de los desafíos actuales a nivel mundial y en particular en el Departamento boliviano de Santa Cruz de la Sierra. Allí, sacerdotes, religiosas, consagrados y agentes pastorales han volcado todos sus esfuerzos para combatir esta crisis humanitaria a través del acompañamiento e iniciativas solidarias destinadas en especial a aquellas personas que sufren los efectos de perdida de trabajo y escasez de vivires durante la cuarentena.

Manifestación de una Iglesia en salida

Hemos visto a religiosas cocinar y apoyar en ollas comunes; religiosos que han entregado equipos de Bioseguridad para algunos hospitales de comunidades alejadas y medicamentos a los privados de libertad; también hemos visto la creatividad en el acompañamiento espiritual a los enfermos y la consejería a las familias a través de Whatsapp.

Todo esto, ha sido sin duda una manifestación de una Iglesia en salida, en donde hemos visto una Iglesia que ha puesto en marcha campañas de recolección de alimentos para ayudar a las familias más necesitadas de la Arquidiócesis de Santa Cruz, distribución de vivieres, ollas comunes, atención a personas de la tercera edad sin familiares, y la ayuda humanitaria especialmente en los barrios periféricos de la ciudad. Además, los sacerdotes están trabajando de manera coordinada con Pasoc y las Cáritas parroquiales.

Santa Cruz de la Sierra concentra la mayor cantidad de contagios por Covid-19

Hasta este domingo 31 de mayo se registraron 6.711 casos de Covid–19, un total de 93 pacientes recuperados y 149 muertes. Al ser el departamento con mayor número de contagiados, las autoridades civiles han extendido la cuarentena por 14 días más, para no poner en riesgo la vida de miles de personas en el momento más crítico de la epidemia.