ܻáڰ. Hoy 31 de mayo, Jornada Nacional de Oración por fin de la pandemia
Isabella Piro-Ciudad del Vaticano
“Unidos en la acción y la oración podemos derrotar al coronavirus", escribe el Padre Paul Tatu, de la Oficina Episcopal de Comunicación y Medios, "Unámonos para asegurarnos de que salvamos a nuestra nación de este flagelo y continuemos tomando las precauciones necesarias contra la propagación del virus". De ahí la invitación dirigida a todos los sacerdotes y párrocos para que evalúen si, de hecho, pueden garantizar las normas de seguridad sanitaria para la reapertura de su iglesia a la comunidad. "Si no está seguro de poder cumplir las reglas, deje su iglesia cerrada", escribió el Padre Tatu, recomendando la máxima precaución. "No se culpará a nadie por esta elección", añadió, "porque la seguridad de la gente depende de ustedes". Una exhortación, en particular, se dirige a los ancianos para que eviten volver a la iglesia, porque son "más vulnerables". "Con el coronavirus, nadie está a salvo", enfatiza el Padre Tatu otra vez.
El pensamiento del responsable de comunicación de la SacBC va, va dirigido "a los hermanos y hermanas contagiados y afectados" por el Covid-19: "Recemos por ellos", dice, "y por todos aquellos que, de forma desinteresada, se ocupan de ellos mientras permanecen en primera línea". De ahí el llamamiento a todos los fieles a "llevar la máscara en público, a lavarse las manos a menudo y a respetar el distanciamiento social", porque "en esta época de pandemia, la libertad que tanto reivindicamos puede ser una elección que nos lleve a la muerte".
Por último, algunos datos: hasta la fecha, el 30 de mayo, los casos positivos de coronavirus en el mundo son 5,95 millones con más de 2 millones curados y 365 mil muertes. Específicamente, en Sudáfrica, las infecciones confirmadas ascienden a 29.240, con 14.370 curados y 611 muertos.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí