50° a?os del Ordo Virginum: Vírgenes Consagradas en el mundo de hoy
Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano
El 31 de mayo de 1970, por deseo de Pablo VI, la Sagrada Congregación para el Culto Divino promulgó el nuevo Rito de Consagración de las Vírgenes, que supuso un renacer de la antigua Orden de las Vírgenes: una de las vocaciones religiosas más antiguas existentes en las comunidades cristianas desde los inicios de la Iglesia.
Han pasado ya 50 años, por tanto, de la institución del Ordo Virginum y Pope entrevista a una de sus miembros, Teresa Peltier, ex diputada argentina, quien a inicios de la década de los 90 y tras la pérdida física de un sobrino de 13 años, vivió una auténtica experiencia de conversión.
Pero... ¿cuál es la esencia de esta vocación de servicio y entrega que existe entre las mujeres desde hace miles de años? ¿A qué se dedican las Vírgenes Consagradas en el mundo moderno de hoy? ¿Cómo enfrentan ellas, desde la fe, esta pandemia que ha marcado nuestra historia como humanidad? La Hermana Teresa responde:
"La esencia del Ordo Virginum es manifestar al mundo la imagen de la Iglesia esposa. La mujer que recibe esta vocación es llamada a ser esposa, virgen y madre siguiendo el modelo de la Santísima Virgen María", afirma.
¿Pero qué quiere decir esto? Nuestra entrevistada explica que la esponsalidad es la unión del alma con el esposo que se trabaja a partir de la oración, de la virginidad entendida como integridad de la fe que se consigue con la formación; y de la maternidad espiritual "de recibir a los hijos que nos encomienda la Iglesia y quienes tenemos que transmitirles el amor a Cristo".
Teniendo en cuenta que la vocación del Ordo Virginum está arraigada a las necesidades más urgentes del mundo real, preguntamos a Teresa ¿con qué carisma y espiritualidad enfrenta una consagrada este tiempo de crisis sanitaria que sin duda ha dejado una marca en nuestra historia como humanidad?
Asimismo, la consagrada argentina profundiza sobre el papel en la Iglesia y en la sociedad mundial, que desempeñan las integrantes del Ordo Virginum actualmente en medio de estos tiempos "modernos" donde la relación entre el ser humano y Dios no parece ocupar el primer puesto en la vida de las personas.
Finalmente, Teresa Peltier se despide con un breve mensaje de esperanza en este tiempo de pandemia que ha causado el sufrimiento de millones de personas en todo el mundo.
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