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Iglesia en Argentina: alternativas ante el hacinamiento carcelario

La Comisión Episcopal de Pastoral Carcelaria manifiesta su preocupación por la amenaza causada por la pandemia de COVID-19 en el ámbito de las á y complejos penitenciarios de Argentina

Ciudad del Vaticano – Alina Tufani

La emergencia sanitaria que causa la pandemia de COVID-19 también en el ámbito de las cárceles y complejos penitenciarios de Argentina ha hecho que  la Comisión Episcopal de Pastoral Carcelaria manifieste su preocupación. En efecto, en un mensaje los Obispos poned de relieve la sobrepoblación y hacinamiento que se vive en los institutos penitenciarios y sus consecuencias sanitarias, sociales y psicológicas, que no afectan sólo a los reclusos, sino también a sus familias, a los agentes carcelarios y todos los que trabajan en este ámbito.

Necesidad de una política coherente

Los Obispos argentinos advierten sobre la necesidad de una política coherente de recursos humanos que pueda proteger y asegurar, con elementos de todo tipo, la lucha contra el contagio del COVID-19 en las cárceles. En el documento se denuncia la sobrepoblación en los recintos penitenciarios y se enumeran algunas de las realidades que ameritan un tratamiento urgente con medidas ya previstas en la ley:

“Los presos sin condenas; personas a las que se les debería dar un tratamiento penal alternativo fuera de la cárcel, dado que padecen enfermedades graves o terminales, o son mujeres embarazadas; personas con capacidades diferentes; adultos de edad avanzada; personas con problemas de droga, en su gran mayoría jóvenes, que necesitan un ambiente distinto al que le ofrece la cárcel”

Un drama de todos los argentinos

En este documento de la Pastoral penitenciarias se afirma asimismo que la problemática carcelaria es un drama de todos los argentinos, por lo tanto, se llama al Estado y a cada uno de los ciudadanos, a que se sientan comprometidos con los más pobres y vulnerables.

“Ante hechos inéditos, se hace más urgente el cambio y el adoptar medidas extraordinarias, ya sea de parte del Estado, no sólo del poder judicial y la seguridad, sino de todos los poderes del Estado, así como también la sociedad en su conjunto, que deberá acoger y brindar protección a aquellos que deban realizar responsablemente el aislamiento social necesario con las medidas establecidas por el propio Estado para seguridad de todos”

No ser pasivos ni indiferentes

Los Obispos exhortan a no ser pasivos o indiferentes porque el anhelo de construir una "Patria de paz y justicia" exige abordar esta realidad, buscar un cambio de mentalidad y generar acciones concretas en favor de la dignidad de las personas privadas de libertad y de modo especial de quienes pertenecen a los sectores sociales más vulnerables.

Nadie por haber delinquido, pierde su condición de persona

“Reafirmamos que, cualquiera sea su situación, nadie por haber delinquido, pierde su condición de persona, de Hijo de Dios y de miembro de la familia humana”

Y, por último, la Comisión episcopal de Pastoral penitenciaria renueva su compromiso junto a los agentes de la pastoral – sacerdotes, diáconos, religiosas, religiosos y laicos – a brindar cobijo y apoyo para que todos puedan “remar juntos” ante “la tempestad de esta pandemia”.

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25 abril 2020, 14:31