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Lisa Zengarini 鈥� Ciudad del Vaticano

Las iglesias cristianas de todo el mundo se unen para exigir al Presidente de los Estados unidos la suspensión de las sanciones contra Irán que impiden que este país enfrente los efectos devastadores actuales de la emergencia del Coronavirus. "El nuevo Coronavirus es un enemigo común de toda la humanidad", se lee en una carta de apelación dirigida al Presidente Trump por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), el Consejo Nacional de Iglesias de Cristo de los Estados Unidos y Act Alliance, una coalición de 151 iglesias y agencias asociadas con el mismo CMI y la Federación Luterana Mundial (FLM), que ha estado involucrada durante diez años en ayudar a los países pobres del mundo.

"Una respuesta efectiva a la pandemia requiere una solidaridad y cooperación global sin precedentes, atención especial para las personas más vulnerables y una acción rápida para mitigar las condiciones que crean vulnerabilidades adicionales", dicen los líderes cristianos, que expresan una profunda preocupación por el impacto que las sanciones estadounidenses están teniendo en el pueblo iraní". Con más de 67.000 casos confirmados y más de 4.000 muertes documentadas por Covid-19, Irán es, con gran diferencia, el país más afectado en la región del Mediterráneo oriental y una de las naciones más afectadas del mundo", señala la carta, pero el riguroso régimen de sanciones impuesto por los Estados Unidos en mayo de 2019 obstaculiza seriamente el trabajo de su salud pública, como resultado de un bloqueo económico casi total".

De ahí el llamamiento urgente para dejar de lado las reivindicaciones políticas previas a la emergencia del Coronavirus: "Ahora es el momento de la solidaridad internacional y la colaboración para controlar la propagación del virus, proteger a los más vulnerables y derrotar a este enemigo común", afirman firmemente los líderes de las Iglesias cristianas.