?frica: Iglesias locales advierten el aumento de ataques terroristas en plena pandemia
Roberta Barbi – Ciudad del Vaticano
Los sacerdotes católicos de la región del Sahel, por ejemplo, hacen un llamamiento sobre el riesgo de que los insurgentes islamistas puedan intensificar los ataques durante la pandemia de Covid-19, aprovechando el hecho de que la policía y las fuerzas del ejército están involucradas en otras actividades. En todo el continente, la inestabilidad política y la inseguridad constante harán de la lucha de Covid-19 en el país "una misión muy difícil", advierte Monseñor Giorgio Bertin, Administrador Apostólico de Somalia: "Las instituciones gubernamentales deberían hacer lo mejor posible para tomar medidas al menos en áreas que logran controlar y bloquear carreteras que conducen a áreas rurales controladas por al-Shabab ", dijo.
Burkina Faso
El padre Constantin Sere, secretario general de Caritas Burkina Faso, dijo al Servicio de Noticias Católicas que muchas comunidades en el país "no tienen los medios para protegerse del Coronavirus", y que ellos están trabajando "lo más ampliamente posible, creando conciencia y apoyando a las personas en mayor riesgo, pero los terroristas siguen activos, y con las fuerzas de seguridad desplegadas para hacer respetar el "toque de queda" en los territorios afectados", "existe el peligro - puntualiza - de que haya menos soldados en el frente para combatirlos".
De hecho, los ataques de múltiples grupos armados, algunos de los cuales afirman tener vínculos con al-Qaeda y militantes del Estado Islámico, intensificaron los ataques en Burkina Faso, Malí y Níger en abril. El padre Sere dijo que la violencia fue peor en las áreas centrales y septentrionales del país sin litoral, y agregó que la llegada de Covid-19 "creó una situación favorable para los terroristas" y también testificó que miles de familias no han podido cultivar sus campos debido a la violencia: "Hay un toque de queda en los centros habitados y esto podría obstaculizar a los terroristas, especialmente en la noche, pero una gran cantidad de personas aún tendrá que enfrentar el hambre después de la actual temporada de lluvias a causa de la ofensiva terrorista, dijo, hay muchas facciones rebeldes, y todas persiguen sus objetivos sin una sola estructura de comando o un conjunto unificado de ideas, pero a pesar de la pandemia, parecen permanecer activas".
Mali
El vecino Mali, Monseñor Edmond Dembele, secretario general de la Unión de Sacerdotes local, dijo que la Iglesia teme el deterioro de la seguridad: "Se esperaba que esta pandemia pudiera calmar la situación, dado que los grupos armados también serían vulnerables, pero los ataques y los secuestros están causando alarma", dijo, especificando que este no es un conflicto interreligioso, porque "los cristianos no han sido particularmente atacados, pero, al igual wue todos los malienses, están muy expuestos a la amenaza terrorista".
Niger
Incluso en Níger, donde 67 soldados y atacantes murieron en una batalla el pasado 2 de abril, la situación está empeorando: un sacerdote de la Sociedad de Misiones Africanas dijo a la agencia de noticias Fides que el "cese al fuego mundial" que pidió tanto el Papa como la ONU durante la pandemia de coronavirus fue "casi completamente desconocido": "El terrorismo yihadista sigue ensangrentando esta tierra y cobrándose cientos de víctimas", dijo el padre Mauro Armanino a la Agencia Fides el 18 de abril del año pasado. Además dijo que "hay una gran preocupación por posibles epidemias de contagio en áreas donde hay enfrentamientos armados. Toda la población, ya agotada por la miseria y la enfermedad, está pidiendo paz".
El arzobispo metropolitano de Uagadugú, el cardenal Philippe Nakellentuba Ouédraogo, actualmente en recuperación tras ser hospitalizado por dar positivo en Covid-19, en su mensaje de Pascua a la población lanzó un llamamiento a la "solidaridad local, regional e internacional" para salvar vidas humanas durante la pandemia, pero también instó "a la reconciliación, la justicia y la paz", y a poner fin a los "asesinatos perpetrados por las fuerzas del mal".
Michael Stulman, de los servicios de ayuda católicos de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, confirmó que los bloqueos económicos y el aumento de los precios hicieron a las poblaciones vulnerables "más que nunca necesitadas de asistencia", como el acceso al agua potable, a los suministros de higiene y a los servicios de salud: “Las familias ya estaban luchando con el impacto de la violencia y la inseguridad alimentaria antes de Covid-19; ahora están haciendo frente a otro golpe más sus vidas", dijo.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí