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Ciudad del Vaticano

Puerto Rico, como medida restrictiva para combatir el covid 19, ha entrado en Toque de queda desde las siete de la noche hasta las cinco de la mañana. Los templos han sido cerrados.

La Conferencia Episcopal, ha enviado dos comunicados en los que explican al clero y los fieles como se desarrollarán las celebraciones de la Semana Santa.

En base al toque de queda, la Vigilia Pascual se celebrará a las cuatro de la tarde y concluirá a las siete de la noche. De la misma manera, se lee en uno de los comunicados, ante las realidades de acuartelamiento y restricción de movimiento de la ciudadanía para evitar contagios, a los que “estamos todos llamados, también levantamos la obligación de la abstinencia de carne en el Quinto Domingo de Cuaresma y durante el Viernes Santo”.

Semana Santa

La Conferencia Episcopal de Puerto Rico, ha hecho público un comunicado firmado por el presidente, Mons. Rubén González y el Arzobispo Metropolitano de San Juan, Mons. Robert González Nieves, en el que informan sobre el desarrollo de la semana Santa en el país, siguiendo las indicaciones de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.  Los presbíteros presidirán, en “la medida de sus posibilidades”, las celebraciones de la Semana Santa sin la participación del pueblo, la Iglesia dará a conocer los horarios de las celebraciones para que los fieles puedan unirse, desde sus casas, a través de los medios de comunicación.

Domingo de Ramos

El domingo no se hará la distribución de palmas. Respecto a la misa Crismal, la Conferencia Episcopal informa que siguiendo el decreto dela Congregación para el culto divino y la Disciplina de los Sacramentos, el obispo tiene la facultad para posponerla a una fecha posterior.  Se realizará en forma privada y será transmitida a los medios de información y los óleos serán distribuidos posteriormente a la celebración. Lo mismo, la renovación de las promesas sacerdotales, se trasladarían a otra fecha.

Jueves Santo

Según el comunicado, se considera oportuno la transmisión del rezo de las laudes o eloficio de lecturas. La Misa vespertina, se celebraría a partir de las cuatro de la tarde, y omitir el lavatorio de los pies. Así como la procesión y traslado del Santísimo Sacramento. Se distribuirán a los fieles materiales para que acompañen su oración privada. Para los que no tienen acceso a redes sociales, se considerará la transmisión radial del rezo de las Vísperas.

Viernes Santo

En el comunicado se cree oportuno también para el Viernes Santa la transmisión del rezo de las Laudes o el oficio de lecturas, y la predicación de las Siete Palabras. Para la celebración de la Pasión del Señor se haría de rodillas en vez de postrados, y la lectura del Evangelio la haría un presbítero.  En la Oración Universal se añadirá la intención especial por los enfermos, por los que han muerto y por los que han sufrido alguna pérdida.

La Conferencia afirma en el texto que para la Adoración de Ia Santa Cruz, debido a la falta de ministros podría requerirse que la cruz cubierta estuviese desde el principio de la celebración cercana al presbiterio. Dado que la adoración a la Santa Cruz se omitirá, en la presentación de la misma, la triple invitación a la adoración, se lee en el comunicado, podría estar acompañada de prolongados momentos de silencio que permitan a los que se unen a través de los diversos medios hacer actos de adoración.

El comunicado informa además que, en base al decreto del dicasterio Vaticano,  se podrán trasladar al día 14 o 15 de septiembre las expresiones de piedad y las procesiones. En esos días, se lee en el texto,  la Conferencia Episcopal no descarta ofrecer la Santa Cruz para la veneración pública (corno acostumbran las parroquias donde hay reliquias del santo madero). Se considerará la Transmisión radial del rezo de las Vísperas pensando en aquellos que no tienen acceso a las redes.

Sábado Santo

El Sábado Santo se transmitirá el rezo de las Laudes y/o bien el Oficio de Lecturas. Por las circunstancias actuales, se realizará entre las seis de la tarde y la snueve de la noche. La primera parte, el Lucernario se desarrollará en el presbiterio o lugar oportuno del siguiente modo: Tras el saludo inicial, omitiendo la bendición del ruego, se harán los signos sobre el cirio pascual y se encenderá, se colocará en su soporte (según las oportunidades se Incensará) y finalmente, se cantará o recitará el pregón pascual.  En la tercera parte ·liturgia bautismal- se procederá solo con la renovación de las promesas bautismales (se omitirá bendición y la aspersión)  y  la oración de los fieles. Seguidamente se procederá con la cuarta parte ·liturgia eucarística-.

Por último, los obispos  afirman al clero que ante estos momentos de riesgo, hay que aprovechar la celebración del Triduo Pascual para afianzar la oración, la comunión y la solidaridad entre unos y otros.

“Que la Pascua nos haga sensibles para amarnos,  respetarnos  y valorarnos todos como hijos e hijas de Dios. Encomendémonos a María, Madre de la Divina Providencia, que nos cubra con su manto materno para que podamos ser verdaderos discípulos misioneros”.