Mons. Eduardo Alas. Un obispo siempre cercano a la gente
Ciudad del Vaticano
Monseñor Eduardo Alas nació un 2 de julio de 1930. Desde niño sintió el llamado a la vocación sacerdotal. En el seminario fue compañero del cardenal Gregorio Rosa Chávez.
Según declaraciones de Mons. Oswaldo Escobar, actual obispo de la diócesis de Chalatenango, Mons. Alas fue conocido como “el chero” porque siempre fue muy amigable. Fue ordenado sacerdote el 30 de octubre de 1960 por Mons. Arturo Rivera Damas.
Ejerció el ministerio sacerdotal desde 1960 hasta el 27 de febrero de 1988, fecha en que fue consagrado obispo.
Fue párroco de la ciudad de Concepción Quezaltepeque durante los años de la guerra civil. En esta zona, las carreteras estaban muy deterioradas. Él, con su carro, prestaba auxilio a las personas que lo solicitaban; esto incluía a los miembros del ejército como a los miembros de la guerrilla. “Todos son hijos de Dios”, afirmaba.
"Buenos días les dé Dios"
La gente de su diócesis recuerda a Mons. Alas por su sencillez y capacidad de hacer amigos. Carmen Menjívar lo recuerda como un hombre amable, a quien gustaba mucho visitar a las personas. Siempre que llegaba a una casa decía: “Buenos días les de Dios”, y si andaba con hambre, pedía un café o una tortilla.
En el año 2007, debido a problemas de salud, pidió retirarse y la responsabilidad de la diócesis fue asumida por Mons. Luis Morao.
Murió el día 27 de febrero, con 32 años de servicio episcopal. Agradecemos a Dios su presencia en medio de nosotros.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí
