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2019.09.02   Mons. Cristóbal López Romero, sdb, con Papa Francesco 2019.09.02 Mons. Cristóbal López Romero, sdb, con Papa Francesco 

Marruecos: el Arzobispo de Rabat pide vivir este momento con fe

Así lo manifiesta el Purpurado en una carta a los fieles, en la que les sugiere aprovechar este momento con creatividad, rezando en casa, en familia. Y advierte que “no se debe pensar que el coronavirus es un castigo de Dios”, puesto que “sería una blasfemia”

Ciudad del Vaticano

"Les escribo sobre la situación causada por el coronavirus en el mundo pensando en el bien común y en la salud de todos". Con estas palabras el Cardenal Cristóbal López Romero, Arzobispo de Rabat, Marruecos, se dirige a los fieles en una carta. Desde ayer, a disposición de las autoridades civiles, se suspendieron los cursos y todas las actividades educativas, desde los jardines de infancia hasta las universidades. Y para la Iglesia católica se trata de cerrar todas las escuelas de la Ecam (Eenseignement Catholique Au Maroc), el Instituto Al Mowafaqa y los centros culturales, pero también de interrumpir la catequesis, el catecumenado y los diversos encuentros.

Se prohíben las reuniones de más de cincuenta personas

Teniendo en cuenta que el Ministerio del Interior ha prohibido cualquier reunión con más de cincuenta personas, el Cardenal López Romero señala que las reglas deben ser observadas “no por miedo sino por amor”. “Debemos actuar en estricto cumplimiento de las normas (...) por temor a infectar a otros, es decir, por amor a los demás", afirmó el Purpurado y añadió:

“Debemos pensar en el bien de todos (...) la cancelación de las reuniones (...) y la Misa dominical (...) debe ser vista como un acto de solidaridad para toda la humanidad y como un gesto de amor hacia nuestro prójimo, nuestros vecinos, nuestros colegas”

Los cristianos quedan exentos del precepto dominical

A partir del domingo, en Marruecos, todos los cristianos están exentos del precepto dominical, las Misas serán celebradas sólo por los sacerdotes que, según informó el Arzobispo de Rabat, "rezarán por toda la comunidad y por el mundo entero". Naturalmente, junto con el sacerdote podrán participar algunas personas, por ejemplo catecúmenos que serán bautizados en la Pascua de este año, añade el Cardenal, o religiosos u otros sacerdotes concelebrantes, pero es necesario permanecer en casa. Será posible seguir la celebración eucarística dominical por televisión o por otros medios.

Invitación a la creatividad

La invitación a los fieles es a la creatividad y a promover la oración en la familia, sobre todo el rezo del Rosario. “Esta Cuaresma – escribe el Purpurado en su carta – que estamos viviendo nos invita a un ayuno que nunca habíamos pensado antes: la privación involuntaria de la Eucaristía”. Lo que de todos modos puede llevar a vivir literalmente la invitación de Jesús a orar donde dice: "Cuando ores, retírate a tu habitación más aislada, cierra la puerta y reza a tu Padre que está presente en secreto".

El Arzobispo de Rabat exhorta a la limosna y a la ayuda mutua y asegura que los sacerdotes, religiosos y agentes pastorales estarán disponibles para los enfermos, para llevarles consuelo, la Palabra de Dios y la comunión.

Exhortación del Cardenal López Romero

Además, en su sus carta a los fieles, el Cardenal López Romero exhorta a la limosna y a la ayuda recíproca, a la vez que asegura que los sacerdotes, las religiosas y los agentes pastorales estarán disponibles para los enfermos, para llevarles consuelo, la Palabra de Dios y la comunión. Por otra parte, el Purpurado trata de esbozar la enseñanza que podría dejar lo que está sucediendo.

Leer lo que sucede a la luz de la Palabra de Dios

“Debemos aprender a leer este acontecimiento a la luz de la Palabra de Dios, sabiendo que Dios es capaz de sacar el bien también de nuestros pecados y del mal que cometemos”

Y  explica que el coronavirus nos recuerda que “somos mortales, que somos débiles, que el hombre no es omnipotente, que la tecnología y la ciencia no pueden resolverlo todo". De manera que para el Arzobispo de Rabat es una lección de humildad para todos, porque "el virus no respeta fronteras y no distingue entre un país y otro". A la vez que las medidas que toma una nación tienen repercusiones inmediatas en otros, en la economía mundial, en el comercio y en las comunicaciones".

“No hay lugar para el egoísmo y el individualismo: estamos en el mismo barco”

De modo que tal como señala el Cardenal López Romero, la realidad actual es como "una oportunidad para vivir y ser solidarios, una oportunidad para sentirse ciudadanos del mundo y miembros de la única familia que es la humanidad".

El coronavirus no es un castigo de Dios

Finalmente, el Cardenal advierte que “no se debe pensar que el coronavirus es un castigo de Dios, sería una blasfemia”. Y añade:

“No hagamos a Dios responsable de lo que es nuestra responsabilidad, nuestra forma de vida, nuestra forma de actuar. Volvamos a Dios en la oración para pedirle que nos libere de este flagelo, pero asumiendo nuestras responsabilidades... La pandemia hace que nos detengamos, nos obliga a quedarnos en casa, nos da tiempo para nosotros y nuestra familia. Pero lo importante es no vivir todo esto fuera de la fe”

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18 marzo 2020, 14:58