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Imagen de archivo: famoso crucifijo de Donatello. Imagen de archivo: famoso crucifijo de Donatello. 

Italia: El antiguo crucifijo de Legnaia es de Donatello

En tiempos de epidemias se rezaba, precisamente, a este crucifijo que ahora se ha descubierto que es obra del gran artista innovador Donato di Niccolò di Betto Bardi, conocido como Donatello

Ciudad del Vaticano

Un descubrimiento inesperado. Los feligreses de la iglesia de San Ángel Legnaia, en la provincia de Florencia jamás habrían imaginado que el crucifijo que se lleva en procesión, desde hace siglos, por las calles de la ciudad era una obra del gran Donatello, padre de la escultura italiana del siglo XV. Gracias a una restauración que comenzó a finales de 2014, financiada por la Superintendencia Especial del Centro de Museos de Florencia y por la misma ciudad de Florencia, se confirmó la intuición del historiador del arte Gianluca Amato. Estudioso de la escultura del Renacimiento, este último dedicó su tesis doctoral al objeto en cuestión y a través de sus análisis sobre las técnicas de ejecución, la comparación de los materiales y las técnicas de ejecución condujo esta obra a la producción tardía del Maestro.

"El crucifijo – explicó a Pope el Padre Giancarlo Lanforti, párroco de San Ángel en Legnaia – estuvo durante ocho años fuera de la parroquia. Dado el descubrimiento del valor de la obra, temíamos que nos la quitaran y la exhibieran en un museo. En cambio, fue una gran satisfacción tenerlo de vuelta en nuestra comunidad".

Y de hecho, este crucifijo acaba de ser colocado nuevamente en su ubicación original, el Oratorio de la Compañía de San Agustín para ser devuelto a su antigua función litúrgica. Se cree que fue realizado entre los años 1461 y 1466. Tiene 89 centímetros de altura por 82,5 de ancho y pesa poco más de tres kilos, excluyendo la cruz que no es original. Su peso contenido se debe al tipo de madera tallada: el álamo. La ligereza de la obra se debe también a la presencia de partes internas vaciadas, puesto que fue diseñada para permitir su fácil transporte en las procesiones.

"El crucifijo – continúa el Padre Lanforti – se llevaba en procesión en tiempos de calamidades y durante las epidemias, como la peste del siglo XVII. Seguramente también fue objeto de devoción durante muchas cuaresmas. Junto con una imagen de Nuestra Señora que se venera en un cruce de caminos de nuestro barrio y una reliquia de San Aurelio que se custodia en Legnaia, este crucifijo representa para todos nosotros un punto de referencia en los momentos de prueba".

"En Legnaia – explica por su parte Gianluca Amato – Donatello vuelve a afrontar el tema del crucifijo con una actitud distinta a la de sus anteriores monumentales ejemplos, es decir el ejemplar de madera de Santa Cruz en Florencia, su obra de juventud, y los dos testigos, en madera y bronce, respectivamente en la Iglesia de Santa María de los Siervos y en la Basílica de San Antonio en Padua. Muchos aspectos de la talla de madera de Legnaia ofrecen una fuerte comparación con el Holofernes del grupo de los Medici de Judith que se conserva en la Sala dei Gigli en el Palazzo Vecchio de Florencia.

Este crucifijo de madera es con toda probabilidad el que está documentado en las propiedades de la Compañía de San Agustín, una congregación dedicada a actividades caritativas que en una época funcionaba en el Oratorio de San Aurelio, adyacente a la iglesia de San Ángel. Tras una división dentro de la comunidad, este crucifijo de madera probablemente fue trasladado a su ubicación actual.

La restauración que acaba de concluir, llevada a cabo por Silvia Bensi y dirigida por Anna Bisceglia, historiadora del arte de la Superintendencia de Florencia, a través de la eliminación de cinco capas de pintura, que se remontan a otras tantas intervenciones realizadas a lo largo de los siglos, ha puesto de manifiesto el alto nivel plástico y cualitativo de la obra, que hasta ahora se utilizaba exclusivamente con fines devocionales. Además, a través de una investigación radiográfica digital, también se obtuvo información valiosa sobre esta obra, como la excelente conservación de la madera de álamo.

La presentación al público de este excepcional descubrimiento, ante la presencia, entre otros, del Cardenal Arzobispo de Florencia Giuseppe Betori, estaba prevista inicialmente para el 6 de marzo. Pero debido a la emergencia nacional ligada a la pandemia de Covid-19, se pospuso a otra fecha que no ha sido establecida aún. El Padre Giancarlo Lanforti concluye:

“En este momento de aprensión por la propagación del coronavirus este crucifijo recuerda a todos la importancia de la oración en los momentos de prueba. Si hoy no es posible llevarlo en procesión por razones de seguridad, hemos difundido a todos los feligreses imágenes de esta obra maestra, acompañadas de la oración del Papa Francisco por el momento de dificultad que estamos viviendo”

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16 marzo 2020, 15:00