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Ciudad del Vaticano

Adaptar los servicios de salud a las directrices del gobierno, sin dejar de lado las demandas de los más frágiles. Acogiendo la invitación del Papa a la "fantasía de la caridad" las Cáritas diocesanas italianas proponen su plan de acción en la actual situación de emergencia debido a la epidemia del Coronavirus.

Cercanía a ancianos y acogida a personas sin techo

Un explica que ya se han activado los servicios de entrega a domicilio de productos de primera necesidad, como alimentos y medicinas, para satisfacer las necesidades de los ancianos. También se han promovido números de teléfono gratuitos de la diócesis para ponerse en contacto con quienes están solos. Las Cáritas también han activado nuevas instalaciones de recepción para las personas sin hogar con el fin de reducir las multitudes y evitar brotes. La atención se dirige también a quienes desde hace tiempo vive en estructuras provisorias, a menudo compartiendo los servicios higiénicos, como las personas afectadas por el terremoto en Italia central.

Alojamiento para agentes de salud y apoyo psicológico

Las Cáritas también se han comprometido también a encontrar alojamiento para las numerosas enfermeras y médicos que se trasladan del sur al norte para ayudar a las regiones más afectadas por el Covid-19. Además, refiere el comunicado, no se olvida el apoyo psicológico para quienes no pudieron estar cerca de sus seres queridos en el momento de la muerte o para los trabajadores y voluntarios que han experimentado la muerte de los enfermos. En este sentido, Cáritas también quiere estar presente como apoyo económico para quienes no pudieron cubrir los gastos funerarios.

Acompañamiento espiritual y atención a familias con niños

Se pide asimismo atención a las familias con niños en edad escolar que tienen dificultades con la educación a distancia. No podía faltar el acompañamiento espiritual en estas semanas en las que la comunidad eclesial no puede reunirse para celebrar la Eucaristía: por ello la Cáritas Italiana adhiere a la iniciativa de la CEI de rezar el Rosario el 19 de marzo, fiesta de San José, a las 21 horas en todas las casas. Una iniciativa suscrita también por el Papa este miércoles durante la Audiencia General.