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Anna Poce – Ciudad del Vaticano

Para los obispos colombianos, el anuncio por parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de un cese unilateral de hostilidades durante un mes, del 1 al 30 de abril, en esta emergencia de salud causada por el coronavirus, representa "la esperanza de alivio para quienes más sufren las consecuencias del conflicto armado". Además, en un comunicado, publicado en Internet, firmado por el presidente y el vicepresidente de la Conferencia Episcopal y el obispo auxiliar de Medellín, invitan a todas las organizaciones armadas ilegales a poner fin a cualquier acto de violencia contra la población, en este momento difícil para el país.

"Nos unimos al llamamiento urgente del Papa Francisco y al llamado del Secretario General de las Naciones Unidas, escriben los prelados, en el que afirman que la actual emergencia social y de salud requiere detener la dinámica de la violencia, promover la ayuda humanitaria y atención a aquellos que se encuentran en las condiciones más graves de vulnerabilidad”. Además, extienden el llamado para el cese de la violencia también a las familias, ya que es el primer espacio donde se debe cultivar la paz.

Los obispos alientan a todos a superar con responsabilidad, diálogo y unidad el momento difícil por el que atraviesa el país, que, como se indica en el comunicado de prensa, requiere sabiduría y determinación en las elecciones que tenemos que hacer "para favorecer el bien común".

Los prelados concluyen expresando aliento y apoyo al gobierno nacional, para que siempre tenga como objetivo crear "espacios y escenarios de diálogo que generen confianza para continuar el proceso de reconciliación, unidad y paz en el país, con el apoyo y el compromiso de todos los ciudadanos".