蜜桃交友

Alina Tufani – Ciudad del Vaticano

“Llamamos a todos los Gobiernos de América Latina y el Caribe a profundizar, con responsabilidad y decisión, la adopción de las medidas necesarias para proteger y cuidar la vida de todas las personas, principalmente de las poblaciones más vulnerables, y hacer los máximos esfuerzos por combatir esta pandemia que remece la salud pública global”.  Así lo expresa la Alianza Interreligiosa por la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible en un mensaje dirigido a los miembros de todas las comunidades religiosas de América Latina y el Caribe durante este periodo de lucha contra la pandemia mundial del Covid-19.

La red interreligiosa latinoamericana, de la cual forma parte el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM),  lamenta que en medio de los graves problemas estructurales que aquejan la región latinoamericana,  se ha sumado la pandemia del COVID-19, que ha contagiado y sigue contagiando a miles de personas, causando la muerte de  otras tantas. “Esta situación – se lee en el comunicado - ha llevado a los Gobiernos de la región a tomar diversas medidas de emergencia sanitaria, como el aislamiento social obligatorio, principalmente, con la finalidad de combatir o ralentizar este mal, que podría alcanzar enormes dimensiones como en otras regiones del mundo, en donde los sistemas de salud nacionales están comenzando a colapsar”.

Creada en 2014 tras un encuentro regional celebrado en Ciudad de Panamá, la Alianza Interreligiosa es una red que trabaja para impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados por las Naciones Unidas para el 2030, aunando esfuerzos para contribuir, desde su visión de la fe, a una transformación que responda a la situación de discriminación, desigualdad y exclusión de los pobres, marginados y excluidos en América Latina y el Caribe, y promover la justicia, la paz y la integridad de la Creación.

En su mensaje, la Alianza Interreligiosa reconoce “los notables gestos solidarios que se vienen realizando entre Gobiernos de la región ante esta crítica situación” para afrontar de mejor modo y de forma decisiva los desafíos de esta pandemia.  Sin embargo, exhorta a reforzar los esfuerzos multilaterales de las Naciones Unidas y su visión de afrontar esta crisis con “solidaridad global, superando la tentación de los aislamientos nacionalistas”.

Un agradecimiento especial va dirigido a las personas que están en primera línea en esta lucha, como son el personal médico y paramédico de los países, los integrantes de las fuerzas del orden, los voluntarios y voluntarias que desde las organizaciones solidarias vienen actuando en el cuidado de la vida en las comunidades, especialmente con poblaciones muy vulnerables. En este contexto, la red de organizaciones religiosas pide a los Gobiernos de la región “garantizar la seguridad alimentaria y económica de todas estas poblaciones, así como preservar los derechos sociales, principalmente los laborales, para que el abordaje de la crisis económica profundizada por la pandemia no recaiga en las personas en pobreza extrema, ni agudice las desigualdades estructurales”.

Además, los miembros de la Alianza Interreligiosa se solidarizan con  el dolor y el sufrimiento que ya están enfrentando por esta pandemia algunos países de Asia, Europa y Norteamérica y, en particular, con las familias y comunidades religiosas en esas regiones que ya cuentan con infectados e incluso fallecidos. “Rogamos a Dios Todopoderoso que este mal termine pronto” – dice el comunicado. Por último,  la organización invita  a una jornada de oración, en cada una de las diferentes comunidades religiosas, para que fortalezca en ellas “la voluntad de seguir enfrentando con solidaridad y entrega la lucha contra esta pandemia y por la vida plena de la humanidad en esta casa común”.