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Sebastián Sansón Ferrari – Montevideo, Uruguay

Vivir en la calle es una situación de descarte humano, de marginación social, como tantas veces lo ha denunciado el Papa Francisco, y la capital uruguaya no está exenta de este drama. En el sector del cantero central de Avenida Italia y sus alrededores pernoctan una gran cantidad de personas que ni siquiera cuentan con sus servicios higiénicos básicos. Por eso la comunidad parroquial de Santa Bernardita en la ciudad de Montevideo no quiso quedar indiferente a la situación y abrió recientemente una “ducha y barbería solidaria”.

Liderados por el párroco, padre Omar França-Tarragó, los feligreses se organizaron para realizar un voluntariado que ofrece a las personas en situación de calle la posibilidad de asearse, lavarse los dientes, rasurarse y hasta cortarse el pelo. Al llegar, cada persona recibe un pequeño volante que dice: “La Iglesia Católica de este barrio te ofrece la posibilidad de que te bañes y afeites gratuitamente”. En esta primera etapa están atendiendo solo los viernes, pero a partir de marzo también ofrecerán el servicio los martes y, después, podrían agregar más días dependiendo de la demanda de las personas.

A su llegada al lugar, se les explica que se les atenderá con mucho respeto, y que se espera lo mismo de su parte. Además, se les entrega y advierte una serie de reglas de uso. Antes de pasar al baño, por ejemplo, deben tener un minuto de espiritualidad. Se les invita a pasar al templo y sentarse, arrodillarse o permanecer de pie para reflexionar, meditar u orar. Para la higiene se les presta una toalla, una rasuradora y un cepillo de dientes. Además, se les provee de ropa en caso de que la necesiten. Si demoran menos de 20 minutos, se les da un paquete de galletas y una fruta como recompensa. Si bien está abierto para hombres y mujeres, la mayoría de los transeúntes de la zona son varones, especificó el padre França.

Este proyecto también está inspirado en la labor del Papa Francisco, quien en la Navidad de 2018 abrió un centro médico-sanitario para la atención de individuos sin techo y que también sirve para los peregrinos que visitan el Vaticano. Por su parte, el sacerdote uruguayo espera que los destinatarios de esta idea “se sientan amados y queridos por hermanos cristianos católicos”. La feligresía ha reaccionado con gran admiración, aunque algunas personas han manifestado su temor, porque están convencidas de que los indigentes son delincuentes y temen por su seguridad. El padre França precisó que un 80% de las personas en situación de calle del entorno tienen problemas de adicción o son expresidiarios. De todos modos, en las instrucciones se establece: “No dejaremos entrar a quien esté alcoholizado o drogado o tenga actitudes agresivas u hostiles”.

Pero más allá de las aprensiones, el párroco relata que los fieles han manifestado su generosidad de manera espontánea: donaron jabón, toallas, ropa, calzados. Incluso, algunos hicieron un aporte en efectivo para financiar la instalación sanitaria, ya que el espacio donde ahora se encuentra el baño estaba abandonado y debieron habilitarlo para este nuevo fin. Por el momento, la iniciativa está bastante aprovisionada, pero todas las colaboraciones son bienvenidas.

Esta activa comunidad parroquial de Santa Bernardita es la misma que en agosto de 2019 habilitó una innovadora capilla rodante para instalarse en los mercados de barrio y, así, promover la adhesión a Cristo en medio de la ciudad.