Semana de escuelas católicas en Irlanda: vivir en armonía con la creación de Dios
Ciudad del Vaticano
La armonía con la creación, obra de Dios, como contribución al bien común de la sociedad: éste es el tema y el objetivo de la tradicional semana social de las escuelas católicas, programada en Irlanda del 26 de enero al 2 de febrero. La iniciativa, según una nota de los obispos locales, pretende animar "no sólo a las escuelas, sino también a las familias y a las parroquias del país a comprender cómo todos tenemos la responsabilidad de cuidar nuestra tierra, nuestro futuro y toda criatura de Dios".
Armonía con Dios, el prójimo y la creación
En particular, cada día de la semana estará dedicado a una reflexión diferente sobre el tema de la armonía: con Dios, con el prójimo, con todas las generaciones, con la Tierra y dentro de las escuelas católicas. La elección de salvaguardar la Creación como tema de la iniciativa -subraya la nota episcopal- es una continuación ideal de las campañas cuaresmales de la Iglesia Católica irlandesa que, entre 2015 y 2017, se centraron en el cambio climático y la justicia climática.
Proteger el medio ambiente y trabajar juntos
Además, documentos relevantes del Magisterio del Papa Francisco -como la Encíclica "Laudato Si' sobre el cuidado de la casa común" publicada en 2015 y la Exhortación Apostólica "Christus vivit" publicada en 2019- recuerdan a todos la importancia de la protección del medio ambiente y la necesidad de trabajar juntos, como toda la familia humana, en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral.
Pero el primer paso que hay que dar -señalan asimismo los prelados irlandeses- debe ir en la dirección de la conciencia, lo que significa reconocer que debemos vivir en armonía con el mundo y la gente que nos rodea. "Si somos conscientes de nuestras relaciones con Dios y con el prójimo, con la Creación y con nuestras escuelas, podemos identificar los pasos necesarios para vivir en armonía".
El impacto que puede causar un cambio en la vida de los demás
Por otro lado, "el Papa Francisco nos desafía a mirar nuestros estilos de vida y el impacto que estos tienen en los demás". Por ello el Pontífice pide justicia e igualdad: porque es evidente que las personas vulnerables son influenciadas por nuestras acciones. La esperanza de los obispos, por lo tanto, es que "la semana de las escuelas católicas puede servir para darse cuenta de cuánto puede hacer cada uno de nosotros y de qué impacto puede causar un cambio en la vida de los demás, por más pequeño que sea".
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