Obispos de Espa?a: “La familia, escuela y camino de santidad”
Ciudad del Vaticano
“La misión de la familia es, pues, una misión de santidad y una llamada a amarnos en la radicalidad y totalidad del amor de Cristo a su Iglesia”, lo afirman los Obispos de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida, dentro de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar de la Conferencia Episcopal Española (CEE), en su , que este año se celebrará el próximo 29 de diciembre.
La familia, totalidad del amor de Cristo
El documento que lleva por título: “La familia, escuela y camino de santidad”, inspirándose en la carta del apóstol san Pablo que se proclama en la liturgia del día de la Sagrada Familia (Col 3, 12-14), pone en evidencia que, “el horizonte del matrimonio y de la familia es la totalidad del amor de Cristo, y por eso se puede decir que el matrimonio y la familia están llamados en Cristo a la santidad”.
La santidad en el magisterio familiar
Asimismo, los Obispos españoles recuerdan que el rico magisterio familiar se ha referido en muchas ocasiones a esta cuestión y recientemente el Papa Francisco ha querido volver a presentar este horizonte de la santidad como meta de nuestras vidas en su Exhortación Gaudete et exsultate (GE). “En ella recuerda, con fuerza y entusiasmo, que todos estamos llamados a la santidad y que esta santidad es, en verdad, el nombre de nuestra misión”.
La comunidad santa que formaron Jesús, María y José
Al hablar de misión, los Obispos españoles señalan que, “la misión de la familia es, pues, una misión de santidad y una llamada a amarnos en la radicalidad y totalidad del amor de Cristo a su Iglesia”. A pesar de que la Exhortación del Pontífice no se refiere específicamente a la familia, este documento está repleto de referencias y ejemplos familiares que nos hablan de la santidad de la familia. “Tantas familias pueden ser esos «santos de la puerta de al lado» con los que nos cruzamos habitualmente en nuestra vida cotidiana”. Por ello, cuando el Papa Francisco se refiere a la condición comunitaria de la santidad en esa maravillosa descripción de las notas de la santidad en el mundo actual, propone el modelo de la «comunidad santa que formaron Jesús, María y José», de la que dice que reflejó «de manera paradigmática la belleza de la comunión trinitaria» (GE, n. 143).
El amor conyugal y la caridad
Es en este sentido que la familia está, llamada a esa perfección de la comunión de amor que se vive en la Trinidad, en un camino progresivo que conduce el amor conyugal a las cimas más altas de la caridad. “El camino de la santidad matrimonial – escriben los Obispos – se expresó de modo magistral en la Exhortación Postsinodal Amoris laetitia. En ella se propone una via caritatis que discurre por el camino de las virtudes recogido en el himno a la caridad de san Pablo en su primera carta a los Corintios, hasta «dar paso a la caridad conyugal», el amor santificado por la gracia del sacramento que nos hace capaces de amar como Cristo nos amó, alcanzando la plenitud a la que está ordenado interiormente el amor conyugal”.
Las bienaventuranzas camino de santidad
Los Obispos españoles señalan que, este realismo y concreción de la santidad es muy apropiado para la consideración de la santidad en la familia. “No podemos esperar un camino de santidad al margen de las exigencias y responsabilidades cotidianas de la vida familiar práctica, mezclada además con el complicado entramado de obligaciones, intereses y condicionantes que nos vienen del mundo profesional, económico, cultural y educativo”. Este camino, afirman los Prelados, se habrá de ir llenando de acogida, de esfuerzo y entrega, de donación generosa, de trabajo y servicio generoso para poder así recorrer el camino de las Bienaventuranzas. Y para ello debemos saber en qué tipo de riqueza está puesta la seguridad de nuestra familia, y revisar en qué medida buscamos una vivencia verdadera, en comunión espiritual y de vida con los más pobres.
La Sagrada Familia, luz que ilumina el mundo
Finalmente, los Pastores españoles recuerdan que, el influjo de la santidad del matrimonio es un auténtico faro para muchas familias, y como dice el Evangelio, se extiende sobre muchas personas y de este modo se convierte en una ciudad encendida en lo alto del monte que no se puede ocultar y que ilumina el mundo con su luz. “Contemplamos hoy la luz y el calor que brotan del Hogar de Nazaret. Jesús, María y José – invocan los Obispos en oración – en vosotros contemplamos el esplendor del verdadero amor, a vosotros, confiados, nos dirigimos. Santa Familia de Nazaret, haz también de nuestras familias lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio y pequeñas Iglesias domésticas. Jesús, María y José, cuidad de nuestras familias”.
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