Monse?or Lorenzelli pide que Chile vuelva a su "alma m¨¢s profunda", la generosidad
Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano
En medio de la crisis que se vive en Chile, los obispos han lanzado un llamamiento al diálogo nacional, pidiendo que sea un "diálogo participativo y sin exclusiones" ya que "el país no puede esperar".
Una tensión social que se ha visto incrementada tras los últimos incidentes de saqueos a varios templos, perpetrados por diversos grupos de manifestantes. Concretamente nos referimos a la Iglesia de la Vera Cruz, en el barrio Lastarria en el centro de Santiago de Chile y a la profanación del Santuario María Auxiliadora gestionado por los salesianos en la ciudad de Talca.
Dos escenarios en los que la violencia callejera ha provocado la destrucción de imágenes religiosas, mobiliario, y parte de los recintos.
Diálogo nacional para recuperar la armonía en el país
Ante este lamentable panorama, en Pope preguntamos a Monseñor Alberto Lorenzelli, Obispo Auxiliar de Santiago de Chile, cuáles son las condiciones que deben darse en el país para que pueda establecerse este diálogo nacional que piden los pastores de la Iglesia y para que los ciudadanos puedan recuperar la armonía.
En este sentido, el mitrado destaca sobre todo la necesidad de que los partidos políticos, las instituciones, los empresarios y también la Iglesia dispuesta a colaborar, "trabajen para lograr un pacto social que lleve a concretar las peticiones sociales que se están haciendo desde hace mucho tiempo y que son -por citar algunos ejemplos- el tema de los salarios, el sistema de las pensiones, la educación y la salud".
"Temas en los cuales los pobres sienten que no son tratados con igualdad respecto a otras partes de la sociedad", añade Monseñor Lorenzelli.
La violencia nunca se justifica
En cuanto a los numerosos episodios de violencia que tienen en vilo a toda la nación, en los que manifestaciones sociales acaban convirtiéndose en actos de vandalismo; el prelado recuerda que, si bien las demandas sociales en Chile son justas, "lo que no se justifica es la agresividad, ni los saqueos ni las barricadas", ya que el pueblo está pagando drásticas consecuencias:
"Ya son 23 muertos, más de 1200 heridos y también más de 1000 carabineros de Chile lastimados", asevera.
Chile: un pueblo con alma generosa y extraordinaria
Por último el obispo auxiliar de Santiago de Chile da un mensaje de paz para todos los chilenos:
"En primer lugar, agradezco a todas las comunidades cristianas y a los hombres y mujeres de buena voluntad por la solidaridad que han expresado en este momento. Pido que en el corazón de cada uno de nosotros haya un rechazo ante cualquier forma de violencia para que podamos abrir un diálogo fraterno y para que el alma de Chile pueda siempre aparecer en forma de generosidad y solidaridad".
Monseñor Lorenzelli concluye con unas palabras especiales para los jóvenes: "No se dejen llevar por la violencia, ni por el odio. No se dejen robar la esperanza, como dice el Papa Francisco, a través de estas expresiones que muchas veces vienen de ideologías. Que el pueblo chileno vuelva a su alma más profunda que es un alma generosa y extraordinaria".
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