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En Hiroshima esperamos un mensaje de paz. Padre Sugawara

P. Yuji Sugawara, jesuita japonés, trabaja en la Universidad Gregoriana de Roma como profesor en la facultad de Derecho Canónico. Compartió con Pope sus expectativas sobre el próximo viaje del Papa a ó.

Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano

El p. Sugawara subrayó que la cultura japonesa tiene algunos elementos que es importante tener en cuenta al momento de entrar en relación con ella. Primero: “Somos un país oriental y al mismo tiempo somos una isla. La cultura oriental es muy diferente de la Occidental. Tenemos distintos modos de hablar, de construir las casas, de contactarnos, de escribir. Al ser el país una isla, somos isleños aislados, un poco alejados de otras culturas y aunque es un país asiático, es un poco distinto de otros países”.

En segundo lugar, continuó: “La cultura de cortesía es un rasgo importante, evita el contacto directo”. Y añadió: también “somos reconocidos por la puntualidad, precisión y diligencia respecto al estudio y a la investigación científica. Somos un país que se ha desarrollado en esta parte del Asia Oriental. La gente es muy diligente”.

La Iglesia Católica en Japón

El jesuita recordó que “La llegada del cristianismo comenzó con San Francisco Javier en 1549. Se dio un gran florecimiento del cristianismo después de la llegada de este misionero, pero poco después, el cristianismo fue prohibido con pena de muerte durante dos siglos y medio. Esto significa una historia de persecución y de mártires. El cristianismo entró de nuevo en 1870 con misioneros venidos de París. Muchos cristianos se convirtieron en aquel momento. En la actualidad hay cerca de medio millón de católicos en Japón”.

Hay muchas escuelas, hospitales, kindergarten y otras instituciones cristianas. El cristianismo es aceptado con gran estima en el pueblo japonés. Hay conversiones y bautismos, pero son pocas en relación a la población del país, insistió el p. Sugawara.

El jesuita afirmó que “Hay una gran decadencia de la religiosidad y la secularización ha llegado a Japón. Los jóvenes, especialmente, no son practicantes. La Iglesia católica sufre la secularización y tampoco hay vocaciones a la vida religiosa. La mayor parte del pueblo son budistas y algunos sintoístas. Pero los individuos no lo practican”.

Expectativas sobre el viaje del Papa Francisco

El Santo Padre viene a Japón después de 38 años. El febrero de 1981 San Juan Pablo II, visitó Tokio, Hiroshima y Nagasaki. Francisco hará el mismo recorrido. Hay muchas actividades, aunque la grey del Señor es poca. Los católicos, en general, esperan palabras de ánimo, de parte del Papa Francisco.

Es conocido de todo el mundo que Japón es un país que sufrió el bombardeo de dos bombas atómicas durante la Segunda Guerra Mundial. Sea en Hiroshima o en Nagasaki, esperamos un mensaje especial. En Hiroshima esperamos un mensaje de paz, contra las armas nucleares. En una ciudad destruida por la bomba. Esto tiene un significado muy profundo.

En Nagasaki, hay una tradición de cristianos que vivieron en la clandestinidad, hubo un florecimiento durante el 1500, pero a partir de 1630, muchos en esta región, tuvieron que pasar a la clandestinidad. Los sacerdotes fueron expulsados y los miembros laicos asumieron la responsabilidad de las comunidades, incluso bautizaban a los nuevos cristianos. Por esto esperamos un mensaje de vida espiritual para el pueblo japonés.

Hay muchas noticias que hablan de la llegada del Santo Padre a nuestro país. Las podemos ver en los diferentes medios de comunicación. Particularmente, se habla del encuentro del Papa con las víctimas del tsunami que ha devastado el país, hace siete años y del encuentro con el nuevo emperador, insistió el p.  Yuji Sugawara.

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15 noviembre 2019, 12:21