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"En las últimas semanas se ha producido un aumento alarmante de los episodios violentos, especialmente contra las minorías religiosas. Algunos de los incidentes más recientes incluyen la profanación de cruces en las tumbas de una aldea cristiana, Antonioabad, cerca de la ciudad de Okara". Así lo señala la Comisión Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal de Pakistán, en el que se expresa la preocupación por estos incidentes.

Violencia y discriminación

En una declaración enviada a la Agencia Fides, la Comisión informa acerca de varios episodios acaecidos en los últimos meses. El pasado 12 de mayo, algunos fieles vieron cruces rotas en cuarenta tumbas de un cementerio católico de Antonioabad. Además, el pasado mes de mayo, Javed Masih, cristiano de 36 años, fue asesinado por su empleador musulmán en la aldea de Chak 7, cerca de Faisalabad, tras sufrir discriminación religiosa.

La lista distribuida por la Comisión indica que el médico hindú Ramesh Kumar ha sido acusado de blasfemia por haber suministrado medicamentos envueltos en un papel en el que, según la acusación, estaban impresos versículos del Corán. A raíz de esta acusación, una multitud quemó el consultorio del médico.

Asegurar protección

La Comisión Justicia y Paz condena enérgicamente "la violencia dirigida contra las minorías sólo por su fe" y afirma:

Por su parte, el Arzobispo Joseph Arshad, Presidente de la Comisión; el padre, Emmanuel Yousag, Director y Cecil Shane Chaudhry, Director ejecutivo, hacen un llamamiento al Gobierno para que "tome inmediatamente medidas efectivas a fin de garantizar la seguridad de las minorías, en virtud del artículo 36 de la Constitución de Pakistán", llevando a los autores de la violencia ante la justicia.

Proteger los derechos de las minorías

"Es de suma importancia que el Gobierno implemente la sentencia de la Corte Suprema del 19 de junio de 2014 para la promoción y protección de los derechos legítimos de las minorías religiosas", se lee en la nota en la que se afirma que se teme que "las minorías sigan siendo consideradas ciudadanos de segunda clase" y tengan que luchar por sus derechos fundamentales.  El padre Emmanuel Yousaf, señaló que "estos ataques constituyen una grave amenaza para la supervivencia de las minorías en Pakistán", y pidió la aplicación del ‘Plan de Acción Nacional para los Derechos Humanos’. (Agencia Fides).

El Arzobispo de Lahore contra las armas nucleares

Por otra parte, AsiaNews refiere que el Arzobispo de Lahore, Sebastian Shaw, puso de manifiesto que las armas atómicas nunca serán necesarias ni utilizadas si los líderes mundiales se mantienen firmes en sus esfuerzos por construir la paz mundial. El prelado lo afirmó la semana pasada durante la ceremonia de conmemoración del histórico encuentro entre San Francisco de Asís y el Sultán de Egipto hace 800 años.

El Arzobispo intervino con un llamamiento a la paz en un momento delicado de la historia de la India y Pakistán, en oposición a la cuestión de Cachemira. Monseñor Shaw recordó que ambos países tienen la bomba atómica. Por este motivo, instó a los primeros ministros Narendra Modi, de la India, y a Imran Khan, de Pakistán, a "elegir el camino del diálogo para establecer la paz y salvar a la humanidad".

La ceremonia se celebró en la Iglesia de Santa María y el evento fue organizado por el Padre Francis Nadeem, custodio de Mariam Saddeeqa, es decir, de la custodia de los Frailes Menores Capuchinos de Pakistán. El religioso subrayó: “Hoy celebramos el octavo centenario del encuentro entre San Francisco de Asís y el Sultán de Egipto, Al-Kamil. Prometemos convertirnos en medios de paz en nuestra sociedad, tal como estas dos grandes figuras de la historia nos han mostrado el camino hacia el diálogo".

Este encuentro histórico entre el líder católico y el musulmán inspiró otro gran "abrazo": el que tuvo lugar el pasado mes de febrero en Abu Dhabi entre el Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, seguido de la firma del "Documento sobre la fraternidad humana".

Espiritualidad del diálogo

Antes de entrar en la iglesia y celebrar la Misa, los participantes, sacerdotes, laicos y demás fieles presentes encendieron las velas de la paz como signo de renovación de su compromiso en la construcción de una sociedad armoniosa. Y el Padre Clarence Hayat, de los Frailes capuchinos, reiteró "la espiritualidad del diálogo" a la luz del histórico encuentro entre los dos líderes religiosos. A lo que añadió: