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Ciudad del Vaticano

“Ante este terremoto político que estamos viviendo en el Perú. Salimos a las calles no para protestar e insultar, sino para hacerle una súplica, como dice el himno: ‘Señor de los Milagros a Ti venimos en procesión, tus fieles devotos, a implorar tu bendición’.  Señor de los Milagros... ayúdanos para gritar, con fuerza y convicción: hagamos grande nuestro Perú”, lo afirmó el Cardenal Pedro Barreto Jimeno, Arzobispo de Huancayo y Primer Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), Vicepresidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), después que el Presidente del Perú, Martin Vizcarra, disolviera el Congreso y suspendiera la elección de nuevos magistrados, convocando a elecciones para el próximo 26 de enero.

Lucha abierta contra la corrupción

Mientras el Vicepresidente de la REPAM llegaba a Roma para participar en el Sínodo especial sobre la Amazonía, se enteró que, esta medida ha provocado algunos disturbios y manifestaciones en algunas ciudades del país, por lo cual el Cardenal Barreto ha señalado que, “estás noticias son, por demás, vergonzosas, para un país como el Perú que está demostrando al mundo una lucha abierta contra la corrupción”.

Tiempo propicio de conversión

Por ello, recordando que en el Perú el mes de octubre es conocido como el mes morado por el color que identifica a los devotos del Señor de los Milagros, el Cardenal Barreto recordó a los peruanos que, “octubre es un tiempo propicio de conversión, de cambio de mentalidad. Sólo así, empezando por cada uno de nosotros el Señor podrá hacer el milagro de la reconciliación en el país desde la verdad y la justicia”. Además, el Purpurado animó a sus compatriotas a no perder la fe en Dios y en ellos mismos. “La esperanza nos hace ser audaces y soñadores de un nuevo Perú que se encamina a celebrar, con honestidad y orgullo – precisó el Cardenal Barreto – el bicentenario de su independencia nacional”.

O salimos juntos o pereceremos

Reafirmando lo dicho por Mons. Miguel Cabrejos, Presidente de la CEP, el Arzobispo de Huancayo dijo que, “estos momentos son una oportunidad privilegiada para continuar la lucha frontal contra la corrupción y limpiar, con decisión, en cada uno de nosotros, en la sociedad en y en las instituciones en las que estamos inmersos todo signo de egoísmo y maldad”. Por ello, o salimos juntos de esta dolorosa situación, precisó el Purpurado, o pereceremos.

Promover la cultura de la honestidad

Finalmente, el Cardenal Barreto animó a tener presente a los jóvenes,  a los niños y a los que están por venir, con el fin de luchar para que la cultura de la honestidad, que es económicamente rentable, impere en nuestra patria. “El Perú – subrayó el Purpurado – como toda América Latina y la humanidad entera, que todos nos merecemos nos espera con los brazos abiertos para iniciar juntos una esta nueva etapa donde la política sea reconocida como la más alta manifestación del amor y la solidaridad”.