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Sínodo alemán. Cardenal Marx: diálogo constructivo con el Papa

El Cardenal Marx se reunió con el Papa Francisco y el Cardenal Ouellet para reflexionar sobre los temas centrales del próximo Sínodo de la Iglesia alemana. Un debate que "se integrará en los trabajos de la sesión plenaria".

Alessandro De Carolis - Ciudad del Vaticano

Sobre la mesa las espinas y el deseo de renacer a través de un camino sinodal. Las espinas que desgarran la vida de la Iglesia alemana son en el fondo comunes a muchas otras realidades eclesiales. Desde el abuso sexual por parte del clero hasta la reflexión sobre su forma de vida. Desde las dificultades generalizadas para aceptar los principios de la moralidad sexual hasta el problema del envejecimiento de la comunidad que teme por el cambio generacional. Esto y más llevó al Papa el Cardenal Reinhard Marx, presidente de los obispos alemanes, quien hoy concluyó una serie de reuniones en el Vaticano a las que había venido en los últimos días para participar en el C6 y en las reuniones del Consejo para la Economía.

En Roma, el Cardenal también se entrevistó con el Prefecto de la Congregación para los Obispos, el Cardenal Marc Ouellet. Al final de los distintos encuentros, un comunicado de prensa de la Conferencia Episcopal alemana subrayó el fruto de estos momentos, un "diálogo constructivo" cuyos resultados, se subraya, pasarán a formar parte de los trabajos sinodales. Pero el cardenal también entregó a Francisco una carta de la Conferencia Conjunta ampliada, el organismo que une a los miembros del Comité Central de los Católicos Alemanes, el Zdk (Zentral komitee der deutschen Katholiken), al episcopado alemán. Una carta con doble firma -la del propio Marx y del profesor Thomas Sternberg- en la que se hace referencia explícita a la carta que Francisco había enviado el pasado 29 de junio al "pueblo de Dios que peregrina en Alemania".

En la carta, el Papa animaba, entre otras cosas, a la Iglesia de Alemania a emprender un camino de renacimiento bajo el signo de la comunión. "Cada vez -escribió- que una comunidad eclesial ha intentado salir de sus problemas por sí misma, apoyándose únicamente en sus propias fuerzas, métodos e inteligencia, ha acabado multiplicando y alimentando los males que quería superar". Sin dar soluciones a los problemas individuales, Francisco nos invita a alimentar "un Sensus Ecclesiae vivo", porque "el camino recorrido no debe terminar "aislado en sus peculiaridades".

La carta del Cardenal Marx a Francisco confirma esta voluntad. Como ustedes -leemos- también nos damos cuenta de que debemos comenzar todo nuestro camino desde la "primacía de la evangelización". Estamos decididos a estructurar el camino sinodal como un "proceso espiritual". Estamos unidos a ella en el "sentido eclesial", porque tenemos en mente la unidad de toda la Iglesia y también la situación local, y porque para nosotros la participación de todo el pueblo de Dios es un aspecto muy importante".

Al enunciar los títulos de los temas centrales del Sínodo ("El poder y el compartir de los poderes en la Iglesia - participar y participar juntos en la tarea misionera", "La existencia sacerdotal hoy", "La mujer en los servicios y las tareas eclesiales", "La vida en las relaciones exitosas - Vivir el amor en la sexualidad y en la pareja"), concluyen los firmantes de la carta: "Hemos llegado a la conclusión de que debemos abordar estas cuestiones si queremos aprender del abuso de poder espiritual que sacude profundamente a nuestra Iglesia y a la sociedad en su conjunto, y si queremos mejorar las condiciones para evangelizarnos ante todo a nosotros mismos, de modo que podamos dar un testimonio creíble de la Buena Nueva en el mundo de hoy. Necesitamos la atmósfera de un diálogo abierto y respetuoso para buscar soluciones juntos.

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21 septiembre 2019, 08:10