Continúan incendios, da?o irreparable a nuestra casa común. Obispos Bolivia
Ciudad del Vaticano
hace referencia al desastre natural y sin precedentes en la zona de la Amazonía, la Chiquitanía y el Chaco bolivianos y pide al gobierno nacional “revoque de inmediato las autorizaciones de desmontes y chaqueos, declare emergencia nacional en las zonas afectadas, con promulgación del decreto de inmovilización y pausa ecológica y absoluta prohibición de todo cultivo y extracción, promoviendo sólo actividades de reforestación, así como administrar con eficiencia los recursos procedentes de la ayuda nacional e internacional”.
Los prelados expresan de la necesidad de un urgente “debate sobre la ampliación de la superficie agrícola en el país, teniendo en cuenta el interés común y el de los pueblos indígenas, de cuya sabiduría ancestral es necesario aprender en este tema”.
Los obispos claman al Gobierno Autónomo de Santa Cruz y a las autoridades municipales para que las ayudas lleguen a las personas afectadas y se repartan de acuerdo con el daño sufrido, a los que han perdido cultivos, animales y sus pertenencias.
El comunicado pide que se controle y castigue a las personas que provocan los incendios: “Estas medidas tienen que ir acompañadas de sanciones ejemplares para los que causan estos incendios, por la gravedad del delito en contra del ecosistema y de la biodiversidad. Al respecto recordamos lo dicho por el Papa Francisco que en la Exhortación Apostólica “Laudato Si”, afirma con contundencia: “Desnudando la tierra de sus bosques naturales o destruyendo sus zonas húmedas; que los seres humanos contaminen las aguas, el suelo, el aire. Todos estos son pecados“. (Laudato Si, 8)
El mensaje finaliza haciendo un llamado a “los colonos y pobladores del lugar, a que cesen en la actividad del chaqueo incontrolado y se respeten los espacios naturales en bien de la obra de Dios, destinada a todos, cuyo cuidado nos ha encargado, como sus colaboradores. (Cfr. Gen 2,15).
, fiesta del nacimiento de la Virgen María, donde expresó que en Bolivia se están enfrentando visiones del desarrollo que priorizan el dinero, pues para ellos la Amazonía es fuente de materiales que se pueden intercambiar por dinero. Pero también está la visión de los pueblos originarios, en las que la Amazonía y todo lo que en ella habita, es necesario, es vital, y por tanto hay que cuidarlo.
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