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Isabella Piro - Ciudad del Vaticano

En esa zona, fluye el río Tambo, donde se construirá la gran mina de cobre Tía María, según el proyecto propuesto por la multinacional Southern Cooper. Pero el río Tambo es una fuente de vida para quienes viven en la región de Arequipa, en el sur del Perú, y esta importante vía fluvial se pondría en gran riesgo por las operaciones mineras. Por esta razón, la población local ha estado protestando y expresando su descontento durante algún tiempo, ya se habló de esto en 2010.

Evitar el conflicto social

Naturalmente, la Iglesia peruana hizo inmediatamente un llamamiento: en una nota publicada este viernes, la presidencia de los obispos (Cep) "expresa su preocupación por el posible empeoramiento de la situación y comparte la esperanza de un diálogo apropiado que pueda evitar un nuevo conflicto social".  Apreciando las declaraciones de los gobiernos regionales y otros sectores sociales que han pedido que el diálogo tenga lugar antes de "cualquier operación minera", los obispos subrayan que esta es la mejor manera de lograr y garantizar la paz social, con equidad. honestidad y justicia ".

Siempre busca del bien común

"El Papa Francisco - dicen los obispos - recordó que el diálogo es un intercambio mutuo de confianza que [...] desea el bien de ambas partes y quiere fortalecer los lazos de hermandad y amistad para avanzar en los caminos de la justicia y la paz". (Discurso a los miembros de la Organización Internacional Italo-Latinoamericana, 30 de junio de 2017). De ahí la invitación de la CEP a todas las partes involucradas para establecer "mecanismos de diálogo que permitan superar cualquier diferencia o interés personal para buscar siempre el bien común, el bien del Perú".

Una preocupación expresada desde el 2015

El  reciente llamamiento de los obispos, no es el primero que realizan. Ya en 2015, por ejemplo, cuando las protestas superaron los cincuenta días y causaron algunas muertes en enfrentamientos entre manifestantes y agentes de la ley, los obispos difundieron un mensaje en el que escribieron: "Somos conscientes de la importancia de un proyecto como el de "Tía María ", porque involucra inversiones de alto nivel para la economía de la región, con la consiguiente creación de empleos, obras de infraestructura, junto con la contribución a los recursos públicos y, por lo tanto, a favor de la calidad de vida".

¡No más violencia!

Pero al mismo tiempo, reiteraron que "la agricultura debe ser protegida, porque ayuda a la nutrición y mejora la economía de las familias" y, por lo tanto, es "necesaria para proteger las aguas, junto con la calidad del aire y la tierra". Recordando también la importancia del diálogo para restablecer la paz, los obispos concluyeron su mensaje con un fuerte llamado: "¡No más víctimas! ¡No más violencia! "